BALONA: Camacho, Francis (Joseph, 77'), Gallardo, Olmo, Carlos Guerra, Ezequiel, Juampe, Chico, Pibe (David Hernández, 52'), Copi y Javi Catalán (Domingo, 65'). ALGECIrAS: Reina, Mena, Johnny, Javi Chico, Raúl Domínguez, Albi (Alexis, 66'), Álvaro Benítez, May (Iván, 90'), Roberto, Juanma Cruz (Willy, 85') y Nico Bezares. Árbitro: Santos Pargaña (Sevilla). Amonestó a los locales Copi, Francis, Carlos Guerra e Ismael Chico y a los visitantes Pablo Sánchez (técnico), Roberto Javi, Javi Chico y Juanma Cruz. Gol: 0-1 (70') Johnny. Incidencias: Unos 6.000 espectadores.

El Clásico lo ganó el que más lo necesitaba, el que más lo buscó y el que más lo mereció. El Algeciras salió del partido de la máxima rivalidad con tres puntos que le dejan a la orilla de la clasificación para la liguilla pero también muy reforzado en su moral y en su identidad.

La Balompédica se queda con el consuelo del histórico pasillo de campeón y con la duda de por qué un equipo que no tenía nada que perder no se fue en momento alguno decididamente a por el triunfo en el partido.

Pablo Sánchez había preparado la contienda consciente de que el empate no era mal botín, así que decidió no correr riesgos innecesarios y que su equipo esperase pacientemente una oportunidad. Y llegó. Raúl Domínguez lanzó una falta, la barrera se descompuso como un castillo de naipes y Johny, como si pasase por allí de casualidad, tocó con el tacón con el tacón y desvió el cuero lo justo para que el meta balono no llegase.