El Barcelona y Messi conquistan el mundo; Usain Bolt, el universo

Resumen del año 2009

Histórico Los azulgranas levantan los seis títulos a los que aspiraban y el argentino gana el Balón de Oro y el FIFA World Player Inalcanzable El jamaicano deslumbra en los Mundiales con récords en 100 y 200

El Barcelona y Messi conquistan el mundo; Usain Bolt, el universo
El Barcelona y Messi conquistan el mundo; Usain Bolt, el universo
Efe / Madrid

28 de diciembre 2009 - 05:02

El Barcelona de Pep Guardiola escribió en 2009 uno de los capítulos más brillantes de la historia del fútbol español al conquistar los seis títulos a los que aspiraba, en un año en el que La Roja siguió batiendo récords pero tropezó en las semifinales de la Copa Confederaciones de Sudáfrica.

Ningún club en la historia del fútbol había conseguido lo que ha protagonizado el Barcelona en el 2009. Campeón de la Liga de Campeones, Liga, Copa del Rey, Supercopa de Europa, Supercopa de España y el Mundial de clubes. Todo un hito, con Leo Messi encumbrado como mejor futbolista del mundo, Balón de Oro y FIFA World Player, un estilo marcado por dos magos como Xavi Hernández e Iniesta, y el joven Pedro Rodríguez como última revelación, autor de goles en todas las competiciones en las que el Barcelona se impuso.

Un año de momentos inolvidables azulgranas. Fotos para el recuerdo. El gol de Iniesta al Chelsea en Stamford Bridge, en la semifinal de Liga de Campeones, salvador sobre la hora. El cabezazo de Messi en la final ante el Manchester United o su tanto con el pecho a Estudiantes para ganar en la prórroga el Mundial de clubes. La exhibición en Liga en el estadio Santiago Bernabéu, 2-6, con la que sentenció el título y cortó de raíz la remontada del Real Madrid, con Juande Ramos como técnico, en un año aciago para el club blanco.

Tuvo que remontar en más de una final el Barcelona. En la Copa del Rey lo hizo ante el Athletic Club (4-1), demostrando en Mestalla quien es el verdadero Rey de Copas, al conquistar su 25º trofeo. Ante el mismo rival se adjudicó con superioridad la Supercopa de España, mientras que el Shakhtar Donetsk ucranio fue la víctima en la Supercopa de Europa. Un 2009 de color azulgrana.

Ante el poderío culé, Florentino Pérez decidió retornar a la presidencia del Real Madrid para construir un proyecto faraónico con los fichajes de Cristiano Ronaldo, Kaká y Benzema junto a una españolización con campeones de Europa con La Roja como Xabi Alonso, Arbeloa y Albiol. La fuerza popular de Florentino se reflejó en su forma de acceder a la presidencia. Sin elecciones. Con rivales quedándose por el camino. Su apuesta en el banquillo fue el chileno Manuel Pellegrini, que cierra el año encontrando el estilo que deseaba, a dos unidades en Liga del Barcelona, pero como equipo que más puntos consiguió en el total del 2009 y el más goleador del campeonato en curso, 40 dianas, con una media de 2,6 tantos por encuentro.

La Liga 2009/2010 dio inicio con un hecho que paralizó el fútbol español. A Daniel Jarque, capitán del Espanyol, le dejó de latir el corazón en Italia, antes de un amistoso. Su adiós se unió al de Antonio Puerta, hace dos años, para dejar un gran vacío. Los dos figuraban en una lista de futuribles del seleccionador Vicente Del Bosque. La España de los récords, número 1 en el ránking FIFA de selecciones, cortó su racha victoriosa con Estados Unidos en las semifinales de la Copa Confederaciones (0-2). Fue el ensayo para el Mundial 2010. La hora de la verdad para la «generación de oro» del fútbol español que afrontará su gran oportunidad tras superar registros de imbatibilidad y firmar un histórico pleno de triunfos en el camino a la gran cita con un estilo que roza la excelencia.

ATLETISMO

El jamaicano Usain Bolt ha reventado el mercado del atletismo mundial al repetir un año después, en los Mundiales de Berlín, el milagro de los Juegos Olímpicos de Pekín, con tres nuevas medallas de oro y dos récords mundiales, los de 100 y 200 metros.

Bolt acapara de tal modo los espacios deportivos en los medios de comunicación, que figuras hasta hace poco no menos rutilantes como Kenenisa Bekele y Yelena Isinbáyeva quedaron relegados a posiciones muy secundarias. Los Mundiales de Berlín planteaban un difícil reto a Bolt, que necesitaba repetir la hazaña de Pekín para que los aficionados no pensaran que la explosión del Nido de Pájaro fue flor de un día. En el mismo estadio Olímpico berlinés donde Jesse Owens construyó su leyenda con cuatro medallas de oro olímpicas en 1936 (100, 200, 4x100 y longitud), Bolt repitió su triplete de los Juegos, rebajando por idéntico margen de 11 centésimas los récords mundiales que acuñó en la capital china para dejarlos en 9.58 y 19.19. En los Mundiales, Bolt y, en general, el atletismo jamaicano volvieron a poner contra las cuerdas a Estados Unidos en pruebas de velocidad al ganar cinco de las diez medallas de oro posibles.

Se esperaba con inusitada expectación grandes duelos, pero ninguno acabó de plasmarse en la práctica. El primero de todos, el que enfrentaba a Bolt con Tyson Gay en 100 metros, no tuvo color. El estadounidense, con 9.71, se elevó al segundo puesto en la lista de todos los tiempos, pero nada comparable a los 9.58 del jamaicano. Tampoco cuajó el duelo en 200. Tyson Gay se quitó de en medio alegando un agravamiento de sus molestias en la ingle, y Bolt sentenció ya en los tacos de salida, ejecutando, de forma sorprendente, la salida más rápida de todos los finalistas (133 milésimas).

En 400 se esperaba más igualdad entre los norteamericanos LaShawn Merrit, campeón olímpico en Pekín, y Jeremy Wariner, pero éste se entregó apenas comenzada la recta de meta. En longitud tampoco se dio la anunciada batalla entre Irving Saladino, campeón mundial y olímpico, y el estadounidense Dwight Phillips. El panameño, incomprensiblemente, cometió tres nulos en la final y se fue a casa sin marca.

El tercer récord mundial de los Mundiales de Berlín pasó casi inadvertido. La polaca Anita Wlodarczyk tuvo la mala fortuna de batir la marca de martillo (77,96) el mismo día en que Bolt se colgó, con el relevo 4x100, su tercera medalla de oro. Kenenisa Bekele fue el otro gran triunfador de Berlín, pero su doblete sin precedentes (5.000 y 10.000) también fue eclipsado por Usain Bolt.

El capítulo de fracasos tuvo un nombre ilustre: Yelena Isinbáyeba, que no fue capaz de hacer un solo salto válido en la final, permitiendo un inesperado doblete para Polonia con Anna Rogowska (4,75) y Monica Pyrek (4,65). Una semana después, la rusa olvidó sus penas en Zúrich con su récord mundial número 27 (5,06). Pocas semanas después, fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes.

La gran polémica de los campeonatos tuvo por protagonista a la sudafricana Caster Semenia, que arrasó en 800 (1:55.45). Su aspecto físico desató sospechas acerca de su feminidad y en pleno Mundial se supo que estaba siendo sometida a pruebas de verificación de sexo. El proceso, que levantó ampollas en Sudáfrica, aún no ha terminado.

La Golden League cerró su última temporada (en 2010 será sustituida por la Liga de Diamante) con tres invictos: Bekele, Sanya Richards e Isinbayeva se repartieron el millón de dólares.

En cuanto al atletismo español, el año 2009 fue de Marta Domínguez, que conquistó la medalla de oro que persiguió durante 25 años. Desde que, a la edad de 9 años, Marta Domínguez corrió por primera vez el cross de Venta de Baños, la palentina se ha ido construyendo una suntuosa sala de trofeos que exhibía, entre otros, dos títulos europeos y dos subcampeonatos mundiales. Le faltaba una medalla de oro y, tras rodar por los suelos en 2008 en la final olímpica de obstáculos en Pekín, se fue a buscarla a los Mundiales. Con la mejor marca mundial del año (9:07.32), Marta ejecutó en el estadio Olímpico de Berlín a las rusas Gulnara Galkina, campeona olímpica y plusmarquista mundial de 3.000 m. obstáculos, que sólo pudo ser cuarta, y Yuliya Zarudneva, que arrojó la toalla a 50 metros de la meta. Era el primer título mundial en diez años para el atletismo español, que tapó, de ese modo, sus miserias en Berlín, donde perdió una medalla y tres finalistas con respecto a Osaka 2007.

GOLF

Como en las mejores novelas de suspense, el último capítulo del ejercicio de 2009 fue el más impactante: Tiger Woods, el héroe sin tacha del golf mundial, anunció su "descanso indefinido" agobiado por las consecuencias de sus infidelidades.

El año terminó con este escándalo, mayúsculo, que arrastró al hombre que ha elevado este deporte a cotas jamás alcanzadas. La vida del mejor golfista del mundo sufrió un vuelco monumental en sólo 14 días. Desde la madrugada del 27 de noviembre, en la que sufrió un extraño accidente de coche, hasta el comunicado del 11 de diciembre, en el que se despedía sine die, a Tiger le han atribuido más novias que títulos de Grand Slam atesora (14).

Tiger comenzó el año con el propósito de refrendar su hegemonía mundial, al reaparecer el 25 de febrero tras nueve meses inactivo -fue operado en la rodilla-, y acabó por pedir perdón por sus infidelidades y con propósito de enmienda: "ser un mejor esposo, padre y persona". Las infidelidades de Tiger, que él mismo reconoció, han acaparado más portadas que sus éxitos cosechados tras su vuelta a los campos de juego. En tela de juicio queda, incluso, la capacidad futura del californiano por alcanzar el récord de 18 Grandes de Jack Nicklaus.

Tiger conquistó en 2009 siete títulos, el último en Australia, pero ninguno de los Grandes. Estos fueron para el argentino Ángel Cabrera (Masters de Augusta), Lucas Glover (Open de los Estados Unidos), Stewart Cink (Open Británico) y el coreano Young Eun Yang (US PGA).

Otro golfista de leyenda y su salud mantuvieron en vilo el corazón de los aficionados. Seve Ballesteros mostró al mundo la lucha que libra contra su enfermedad, un tumor cerebral.

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