Al Cádiz B le toca volver a empezar

No pudo ser. El Cádiz B no pudo remontar el tanto en contra con el que acudía a la vuelta de la eliminatoria de campeones de la fase de ascenso a 2ª B, y tendrá que superar otras dos más si quiere escalar al cielo de la categoría de bronce. Ayer, el Teruel hizo valer el marcador de la ida, defendiendo con todo la ventaja con la que afrontaba el envite, para subir y aplazar así el sueño amarillo.

Tras caer por la mínima en el partido de El Rosal, a los jóvenes pupilos de Mere no les servía otra cosa ante los de Dani Aso que salir a por la victoria. El equipo amarillo tenía que marcar al menos un gol para igualar la eliminatoria y lograr meterse de lleno en la lucha por estar en 2ª B la próxima temporada. Una premisa a la que se debía unir el buen hacer defensivo para evitar que un gol en contra mermara su ánimo.

Los primeros compases del encuentro se caracterizaron por la igualdad. Estaba claro que cualquier mínimo error podía decantar la balanza hacia uno u otro lado, por lo que evitar los errores no forzados fue a lo que se dedicaron en los minutos iniciales tanto el Teruel como el Cádiz B. Poco a poco, el Teruel fue llevando la iniciativa, aunque sin poner en aprietos al meta del filial. Los visitantes se mostraban tímidos en sus proyecciones atacantes, sabedores que, a pesar de la desventaja, no era necesario precipitarse. Superado el cuarto de hora, Navarro intentó sorprender a David Gil con un centro que se fue envenenando y que se marchó fuera por centímetros. El conjunto mudéjar se sentía cómodo y avisó de nuevo, primero con un disparo de Franco y poco después con otro latigazo de Hamza que encontró respuesta en las manoplas de David Gil. Al Cádiz le costaba hilvanar jugadas y generar ocasiones.

Tras el paso por los vestuarios, la decoración se vio modificada gracias a la intención del filial amarillo por estrenar el tanteador. Había que ir sí o sí a por la victoria y se adueñaron del esférico para meter el miedo en el cuerpo al Teruel, cuya única fijación parecía estar en el cronómetro. Con la lluvia, los de Mere aumentaron las revoluciones pero no pudo ser. El empate otorgaba el ascenso al Teruel y, sabedor de ello, defendió con uñas y dientes el resultado favorable. Levantó un muro infranqueable que el conjunto amarillo no pudo derribar.