Una vuelta más
Jesús Benítez
Un libro por los milagros de la catedral
Motociclismo · World GP Bike Legends
Loris Capirossi, tres veces campeón del Mundo de motociclismo y piloto más longevo en el Mundial, con más de 300 Grandes Premios disputados, será un magnífico representante para Italia en el World GP Bike Legends. El Asesor de Seguridad para Moto GP, cargo que ostenta ebn la actualidad, volverá a enfundarse el mono de cuero para enfrentarse al resto de pilotos legendarios que acudirán en junio al trazado jerezano.
La lista de grandes campeones que se suman al World GP Bike Legends continúa aumentando. Y ahora le toca a Italia aportar a sus nombres más ilustres. Al frente de los mismos se encontrará Loris Capirossi, quien no ha dudado en aceptar el reto y sumarse al inolvidable fin de semana que se vivirá del 19 al 21 de junio en Jerez. “No sólo quiero participar en este evento, sino que me gustaría tomar la salida tanto en 250cc como en 500cc”, contestaba Capirex, añadiendo que “me parece una idea fantástica y será increíble volver a estar con tantos viejos amigos y recobrar viejas sensaciones a los mandos de las increíbles motos de dos tiempos”.
Joven aunque sobradamente preparado, Capirossi llegó al Mundial muy joven, con apenas 17 años recién cumplidos… Y todo lo hizo muy rápido, a ritmo de récord. Se subió al podio en su tercera carrera del Mundial, ganó en su décima participación y acabó el año como campeón del ¡mundo de 125cc. Al año siguiente repitió corona en la categoría del octavo de litro continuando con su meteórica carrera.
En 1992 pasa a competir en el cuarto de litro, también sobre una Honda. Se trata de un año de duro aprendizaje, en el que su mejor resultado es una quinta plaza en la última carrera del año, en Sudáfrica. Pero poco le duran los complejos y la temporada siguiente la inaugura con dos poles consecutivas. La primera victoria tardó algo más en llegar y la obtuvo en La Catedral, en Assen. Termina con un brillante subcampeonato en un certamen que se vendía muy, pero que muy caro: sus rivales principales fueron Harada (campeón), Biaggi, Reggiani, Puig o Chili, entre otros.
Tras ser tercero en el Mundial de dos y medio de 1994, decide ascender a la clase máxima, también sobre una Honda. Siempre es difícil adaptarse a una 500cc, pero pese a ello, consigue su primer podio en la categoría en Barcelona, último Gran Premio de la temporada, y termina sexto en el campeonato. En 1996 cambia de colores, pasándose a Yamaha. No le fue muy bien la temporada con la marca de los tres diapasones, pese a conseguir su primer victoria en la especialidad, en Eastern Creek.
Aprilia le ofrece una montura competitiva para retornar a 250cc en 1997 y el italiano acepta, al considerar que había dejado el trabajo a medio hacer en esta clase. Este año lo emplea para retomar el pulso a la categoría. En 1998, con la Aprilia totalmente adaptada a sus gustos, sostiene una encarnizada lucha por la corona mundial con Harada y un imberbe Valentino Rossi. Finalmente, el título es para el de Bolonia –no sin polémicas de por medio- por el exiguo margen de un punto Sobre Harada.
Capirossi continuaría un año más en el cuarto de litro, ahora sobre una Honda, con la que cosechó tres victorias y el tercer puesto al final del año, por detrás de un imparable Rossi y de su compañero de filas, Ukawa.
En 2000, el equipo de Sito Pons contrata a Loris para disputar el Mundial de 500cc a los mandos de una de sus Honda junto a Alex Barros. En una temporada un tanto irregular, cierra el año séptimo tras imponerse en Italia. Pese a no ganar ningún Gran Premio, en 2001 y con la Honda ya pintada de West, Capirossi acaba tercero, solo superado por un intratable Rossi y por Mad Max Biaggi.
2003 es otro año importante para Capirossi. Ducati irrumpe en el Mundial -ya de MotoGP- con un equipo de fábrica y contrata a Capirossi y Bayliss para que piloten unas motos que eran auténticos caballos de rodeo. Con esa dificilísima moto, Loris muestra al mundo su talento, logrando varias poles, la victoria en Montmeló y el cuarto puesto en la general, siendo sólo superado por las Honda de Rossi, Gibernau y Biaggi. Tras largos años en los que se convirtió en el icono de Ducati, Suzuki le contrata en 2008 para su equipo oficial. Desgraciadamente, estas motos están muy lejos del nivel de las mejores de la especialidad, y Capirossi no puede reverdecer laureles a sus mandos.
En 2011, con motivo del Gran Premio de Italia, celebrado en Misano, anuncia su retirada a final de año. El accidente mortal de Simoncelli en Malaysia no hace mas que reafirmarle en su deseo de dejar las carreras. En Valencia, el día de su despedida, luce el dorsal de su amigo caído, el ‘58’ de Marco Simoncelli. Atrás quedaban 22 años en activo, 328 Grandes Premios disputados, 20 victorias en GP y tres cetros mundiales. Ahora, en Jerez, la magia de Loris volverá a hacer vibrar a sus incondicionales.
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