Guardiola contra el 'estigma Rijkaard'

Fútbol l Liga BBVA

El gran desafío del técnico del Barcelona se centra en evitar la relajación tras los títulos y pensar en mantener el alto nivel

Guardiola, durante el primer entrenamiento tras el parón.
Guardiola, durante el primer entrenamiento tras el parón.
Eduardo G. Barassi / Barcelona

31 de diciembre 2009 - 05:02

Seis títulos en un año, el récord imposible: ése es el fabuloso legado 2009 de Josep Guardiola como entrenador del Barcelona, que empieza a preguntarse cómo hacer ahora para no caer en el estigma Rijkaard.

Los azulgrana consiguieron en un año lo que nadie en el mundo del fútbol, pero el martes ya debieron regresar de nuevo al trabajo porque el show debe seguir y los frentes abiertos son demasiados como para regodearse en el paraíso de los logros cosechados.

Justamente ese deleite con uno mismo fue el principio del fin de la era de Frank Rijkaard, no tan exitosa como la actual pero sí muy significativa para el club, que ganó bajo el mandato del técnico holandés dos ligas y la segunda Liga de Campeones de toda su historia.

La confianza dentro de la intimidad barcelonista de que aquellos días no se repetirán, por más que se es consciente de que es prácticamente imposible calcar cada éxito, se basa en el perfil de trabajador obsesivo del técnico.

El propio Daniel Alves, a su llegada de las vacaciones, habló sobre la ausencia de relajación en la plantilla pese a conseguir tantos logros en muy poco tiempo.

El brasileño, junto a su compatriota Maxwell y al argentino Gabriel Milito, representan una pequeña muestra de esa llama votiva futbolera que el técnico quiere que arda en sus jugadores: pese a tener permiso hasta el 2 de enero para disfrutar de sus vacaciones en sus respectivos países, los tres ya se entrenan junto a sus compañeros.

Aunque ya se encargó en la charla del martes de hacer olvidar los seis títulos a sus futbolistas, Guardiola tendrá la ayuda de un enero bestial para que carguen rápido las baterías. Al Barcelona le esperan siete partidos, tres de ellos ante el Sevilla -dos en los octavos de final de la Copa del Rey y uno de Liga-.

Y el sábado, el Villarreal en el Nou Camp en el regreso del campeonato liguero, donde el Barcelona es líder dos puntos por encima del Real Madrid.

Para recuperar tono muscular, el cuerpo técnico desarrolló un intensivo plan de trabajo, que ayer incluyó un doble turno.

"El futuro es negro", dijo Guardiola cuando todavía no era campeón del Mundial de Clubes, anticipando a una afición tradicionalmente afecta a ver el lado negativo que repetir lo hecho es prácticamente imposible.

Pero sí trabaja para que aquella descomposición del ciclo Rijkaard no se repita. "No sé lo que pasó en el 2007, pero no veo que este grupo se vaya a acomodar porque nos queda mucho por jugar", afirmó Maxwell.

Lo que resta de temporada demostrará si las palabras de los jugadores van en consonancia con la obsesión de Guardiola.

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