Motociclismo | Entrenamientos de MotoGP en Jerez

Marc Márquez impone el psicoanálisis

  • La superioridad del pentacampeón en 2018 ha vuelto a dejar tocados a sus rivales

  • Ha ejercido la autoridad dentro y fuera de la pista, minando a sus competidores

Marc Márquez charla con su ingeniero Santi Hernández.

Marc Márquez charla con su ingeniero Santi Hernández. / Miguel Ángel González

No hay nada más poderoso que la mente humana. De ella se derivan los grandes avances y gestas heroicas con las que incluso se estimulan quienes tienen una inteligencia más limitada. Ahora que la temporada 2018 de MotoGP ha concluido, sería bueno que los rivales de Marc Márquez se tumbaran cómodamente en el diván para 'psicoanalizarse'. De este modo, liberarían la enorme frustración que sigue provocando el pentacampeón mundial, pues tras vencer en 125 cc (2010) y Moto2 (2012), ganó su primer título de la cilindrada reina en 2013, repitió al siguiente, fue tercero en 2015 y lleva tres años consecutivos minando la moral de sus competidores, que no levantan cabeza. Con Marc no hay quien pueda.

Cuesta ponerse en el lugar de pilotos como Dovizioso, Rossi, Lorenzo y Viñales, entre otros, que están sucumbiendo una temporada tras otra ante el dominio aplastante de un Márquez intratable, que ha ejercido su autoridad tanto dentro como fuera de la pista. Por mucho que se hayan esforzado, nadie ha podido hasta ahora con el genio de Cervera que, lejos de sentir la presión, ha ido evolucionando su estilo de pilotaje, a la vez que aumentaba su fuerza psicológica. Con sólo 25 años de edad, Márquez atesora un talento que no para de crecer, llegando a límites difíciles de alcanzar, como su habilidad para salvar las caídas, apoyando codos y rodillas, lo que haga falta. Su mente y cuerpo son prodigiosos.

El piloto de Cervera traza la curva de entrada a la recta de meta del Circuito de Jerez. El piloto de Cervera traza la curva de entrada a la recta de meta del Circuito de Jerez.

El piloto de Cervera traza la curva de entrada a la recta de meta del Circuito de Jerez. / Miguel Ángel González

Con el Mundial 2018 recién terminado de forma victoriosa, Marc Márquez disfruta de un inmejorable curriculum que ha ido engordando en los 11 años que lleva en grandes premios, destacando sus 70 triunfos (44 en MotoGP), 77 podios, 52 'poles' y 44 vueltas rápidas en carrera. Ahí es nada, las comparaciones con otros pilotos son casi odiosas. El propio Andrea Dovizioso, que estos dos últimos años ha sido subcampeón de MotoGP y el principal rival del piloto español, señala con honestidad que "los números de Marc dan miedo. Quiere y le gusta mejorar cada año, no vive de lo que ha conseguido. Pensar en jugármela con él el año que viene es duro. Pero no es imbatible, habrá que seguir intentándolo? y añade el de Ducati con cierta resignación que "de Marc se pueden aprender muchas cosas porque es el mejor, está por delante de los demás. Sabe cómo ir rápido desde el principio y también cómo mantenerse en el límite. Sin duda, Márquez tiene una capacidad de adaptación mayor a la del resto".

También resulta relevante que Dani Pedrosa, compañero de Márquez en Honda Repsol, ha optado por retirarse este año, tras 18 temporadas en grandes premios con un brillante palmarés que lo ensalza como Leyenda de MotoGP, siendo ocupado su puesto por Jorge Lorenzo, que quiere probar fortuna con la misma mecánica que Marc. El tricampeón mallorquín ha abandonado Ducati con sólo tres victorias en su haber, siendo consciente de que su último título se remonta a 2015 con Yamaha, por lo que la única opción era ver si el secreto de Marc está en su moto o bien hay que darse por vencido. El tiempo le dará la respuesta.

Márquez saluda a su amigo Tito Rabat, aún en muletas por la caída que tuvo en Silverstone. Márquez saluda a su amigo Tito Rabat, aún en muletas por la caída que tuvo en Silverstone.

Márquez saluda a su amigo Tito Rabat, aún en muletas por la caída que tuvo en Silverstone. / Miguel Ángel González

Quien más debería utilizar el diván para 'psicoanalizarse' en este invierno es el nueve veces campeón mundial Valentino Rossi, que lleva desde 2009 sin reverdecer laureles en MotoGP y, menos aún, desde la llegada de Marc Márquez al Mundial. El piloto italiano ha intentado derrotarlo por todos los medios habidos y por haber, utilizando incluso la guerra psicológica con el piloto español, al que llegó a imputarle que “estaba destrozando al deporte”, por su forma agresiva de pilotar. Pero tales afirmaciones sólo afectaron a quien las pronunció, que ha quedado retratado incluso al negarse a estrechar la mano del incuestionable pentacampeón. Tan sólo le ha escrito este año un breve 'tweet' para felicitarle: "Márquez se ha merecido este campeonato ya que ha sido el piloto más fuerte". Así de simple, aunque a nadie extraña y, de hecho, son muchos los que aseguran que acabará retirándose a final del próximo año sin lograr los diez títulos mundiales que aspiraba y viendo tal vez como Marc Márquez aumenta los siete que tiene actualmente.

Continuando con este relato de frustración, encontramos al compañero de Rossi en Yamaha, Maverick Viñales, que tras lograr el título de Moto3 en 2013 estaba llamado a pelear por el de MotoGP en esta últimas temporadas (lleva cuatro en la cilindrada reina). El caso de Maverick va más allá de lo curioso y anecdótico, pues usaba como dorsal el 25 y, ante la poca competitividad de su Yamaha y la impotencia de no poder pelear con Márquez por el título, ha recurrido a utilizar otro número, por si le trae más suerte: "Cuando llevaba el '12' es cuando gané a mis mayores rivales. Veremos si puedo ser tan exitoso como cuando era pequeño. Me venía bien un reset, sobre todo para mi mentalidad. Así podemos ser fuertes". Y al preguntársele si a quien ganaba de pequeño era Marc Márquez, su respuesta le delató: "Exacto. Todo esto es mental". Y que lo diga.

Valentino Rossi tiene muy difícil lograr su décimo Mundial con Márquez en la pista. Valentino Rossi tiene muy difícil lograr su décimo Mundial con Márquez en la pista.

Valentino Rossi tiene muy difícil lograr su décimo Mundial con Márquez en la pista. / Miguel Ángel González

El eminente Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, pronunció hace más de noventa años una frase memorable que deberían aplicarse quienes pretendan derrotar a Marc Márquez: "Si el jinete quiere permanecer sobre el caballo, a menudo no le queda otro remedio que conducirlo a donde este quiere ir". Veremos si en 2019 hay alguien que monta tan bien a ‘caballo’ como lo hace el genial piloto español. Todo es cuestión de habilidad y, cómo no, de psicología…

(*) Jesús Benítez, periodista y escritor, fue Editor Jefe del Diario Marca y, durante más de una década, siguió todos los grandes premios del Mundial de Motociclismo. A comienzos de los 90, ejerció varios años como Jefe de Prensa del Circuito de Jerez.

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