NO tuve el placer de conocer a Francisco Pacheco, pero sí a algunos de sus familiares, y todos desprendían y trasladaban la pasión por las motos de Paco, que había luchado primero por organizar carreras en Jerez y luego por levantar un trazado permanente, ese Circuito del que ahora presumimos todos.

Ahora que estamos a quince días del Gran Premio, el plato fuerte del año en el Circuito y en todo Jerez y la provincia, recuerdo que la dirección del trazado va a tener a bien dedicar una de las pocas curvas del trazado que aún quedan sin bautizar a Jorge Martínez ‘Aspar’, un reconocimiento sin duda merecido porque el piloto valenciano ha sido de los que ha contribuido a engrandecer la leyenda del Circuito.

Por tanto, quedan dos curvas sin bautizar, y no estaría de más que los rectores del trazado se planteasen la oportunidad de dedicar una de ellas a la memoria de Francisco Pacheco Romero, Paco, una de las personas que más trabajó por lo que dentro de quince días va a pasear el nombre de Jerez por todo el mundo.

Francisco siempre presumía de haber hecho motorista al recordado Peluqui, y no estaría de más que se juntasen, además de ahí arriba, entre los trece giros del Circuito de Jerez para honrar la memoria de dos de los pioneros del mundo de las dos ruedas en nuestra ciudad.