Pepe Ravelo. In memoriam

No por esperado resulta menos doloroso el fallecimiento de Pepe Ravelo, gran deportista, pero sobre todo una persona querida por todos los jerezanos y que forma parte por méritos propios del patrimonio deportivo de una Ciudad de la que es Hijo Adoptivo. En 2020, ya enfermo, escribió una obra autobiográfica, 'Cincuenta años de Xerecismo' y me pidió que le redactase un prólogo, del que extraigo algunas referencias para conformar esta apresurada y muy sentida nota necrológica.

Pepe Ravelo llegó hace cincuenta años a Jerez para incorporarse a la primera plantilla del Xerez CD. Había nacido en 1944 en San Cristóbal de La Laguna (Tenerife) en el seno de una familia humilde y trabajadora y, antes de llegar a nuestra Ciudad, se formó como jugador en el CD Arenas y en el CD Estrella hasta que, apostando decididamente por el fútbol como medio de vida, debutó como profesional en la UD Canarias en Caracas, integró la selección nacional de Venezuela en ocho ocasiones y, a su regreso a España, formó parte del Córdoba CF durante cuatro temporadas, si bien con cesiones temporales al CD Tenerife y al Hércules de Alicante CF

En el Xerez CD, Pepe Ravelo fue, desde su debut en 1969 y hasta su retirada de los terrenos de juego en 1978, capitán de un equipo con el que disputó 348 encuentros oficiales (107 de ellos de forma consecutiva), en los que marcó setenta goles y en los que fue ejemplo de honradez deportiva, lealtad, tesón y entrega al Club, pero en los que también dejó constancia de su generosidad, compañerismo, respeto al adversario, disciplina y espíritu de sacrificio, valores propios del deporte y que mantendría toda su vida. Como reconocimiento a su excelente trayectoria recibió, entre otras distinciones, la Insignia de Oro y Brillantes del Xerez Club Deportivo, el Balón de Oro de la Peña Los Cien y la Medalla de Bronce al Mérito Deportivo de la Real Federación Andaluza de Fútbol.

Tras la retirada de los campos de juego, Pepe Ravelo se dedicó a la actividad comercial iniciada un par de años antes, consistente en una tienda de ropa y complementos deportivos, 'Deportes Ravelo', que gestionaría personalmente con encomiable diligencia, prestigio social y éxito empresarial durante casi treinta años, hasta su definitiva jubilación.

Dicha actividad no le impidió, sin embargo, ser directivo y vicepresidente del Xerez CD durante la presidencia de Manuel Riquelme y entrenador del Xerez B a lo largo de varias exitosas temporadas, así como, más tarde, formar parte del Patronato de la Fundación constituida en 2009 por la entidad xerecista. Tampoco le impidió, por supuesto, jugar al fútbol sala con sus amigos los martes y viernes e intervenir en diversos campeonatos en los que siguió siendo ejemplo de deportividad y compañerismo.

Fue Pepe Ravelo Rey Mago de Jerez 2013 y, más tarde, fundador del Xerez Deportivo FC, del que fue su primer presidente en un mandato plagado de dificultades, que supo superar consolidando la entidad, dejando al equipo en Tercera División y entregando unas cuentas limpias, transparentes y saneadas.

El pasado 13 de agosto, a instancia de su Fundación, el Xerez Deportivo FC le dedicó el encuentro disputado contra el Córdoba CF en un reconocimiento al que, entre otras entidades, se adhirió la Tertulia Xerecista, en la que seguía siendo nuestro presidente. Resultó ser el último homenaje al deportista admirado, pero sobre todo a la persona encomiable que, durante los últimos cincuenta años, nos he brindado a todos su generosa amistad y sincero afecto.

Durante su etapa de presidente del Xerez Deportivo FC, coincidente con mi presidencia de la Fundación, tuve con Pepe una intensa relación profesional, que trascendió a lo personal, y en la que pude constatar sus ya conocidos valores y virtudes, su humanidad, constancia, sencillez, esfuerzo e inagotable generosidad. Después, mantuvimos una continuada amistad con permanente comunicación hasta que, no siendo esta posible, fue su hijo Javier quien nos tenía al tanto del estado de salud de su padre. Fue él quien hace un par de horas nos comunicó a sus amigos de la Tertulia Xerecista su fallecimiento.

Sirva esta breve semblanza de reconocimiento personal a quien, en definitiva, fue un intachable deportista, pero también un exitoso entrenador, un buen directivo, un prestigiado empresario, un padre de familia ejemplar, un gran amigo y, en definitiva, un ciudadano modélico.

Dios lo tenga en su Gloria.