El Real Madrid le arrebata la paz social al Barcelona

Jorge Valdano dijo alguna vez que el fútbol es un estado de ánimo y tanto el Real Madrid como el Barcelona confirman la hipótesis de cara a esta semana: sin importar el presente ni el pasado de ambos en la temporada, el club blanco afronta los próximos compromisos con la moral más alta que los azulgrana. El equipo catalán, líder destacadísimo del campeonato, acumula dos partidos oficiales consecutivos sin victorias: un empate por 2-2 en Copa, en casa ante un Málaga con diez jugadores, y una derrota por 3-2 en el descuento contra la Real Sociedad, con la que perdió condición de invicto en la Liga.

Mientras tanto, el Madrid afronta los próximos encuentros con la felicidad de haber recuperado, en la goleada del domingo por 0-5 sobre el Valencia, el nivel del curso pasado. "Nos gustaría ganarlo todo. Para eso hay que ser prudentes y muy cautos", señaló Xavi Hernández en una entrevista publicada ayer por Fifa.com.

El Barcelona se enfrentará al Málaga este jueves por primera vez en una situación límite de la temporada tras el 2-2 cosechado en la ida de cuartos de la Copa del Rey. Y lo hará sin Tito Vilanova, que viajó ayer a Nueva York para iniciar el tratamiento de rehabilitación de su cáncer de garganta. El técnico se perderá con seguridad los próximos dos partidos del club catalán, y hasta podría ser baja para una hipotética ida de semifinales de Copa contra el Madrid.

En la capital de España el aire, sin embargo, ha cambiado. Lo que eran broncas de José Mourinho contra Ángel Di María o entredichos del propio entrenador con la estrella Cristiano Ronaldo, se transformó en la ilusión de recuperar el nivel del curso pasado. El torneo copero está encarrilado con el 2-0 logrado en el Santiago Bernabéu frente al Valencia, al que goloeó en Liga 0-5 el domingo, con la recuperación futbolística de Di María y el reencuentro de Higuaín con el gol. Con la posibilidad de alcanzar al Barcelona en Liga es casi una utopía (15 puntos de diferencia), los de Mourinho saben que la redención está en la Copa, en la que podría haber un duelo con el Barça, y la Liga de Campeones, el gran objetivo de la temporada.

Sin importar los récords azulgrana o los castigos de Mourinho a baluartes de la plantilla de un equipo desorientado, el Real Madrid se podrá dar el lujo, al menos una vez en la temporada, de afrontar la semana con más paz que el Barcelona.