El jerezano Manu Bueno, centrocampista de la cantera del Sevilla, está viviendo un sueño y unos días intensos que jamás olvidará gracias a la confianza que ha depositado en él José Luis Mendilibar. Si el pasado sábado debutó en Primera en el Sánchez Pizjuán ante el Real Madrid, este jueves se ha proclamado campeón de la Europa League con el conjunto blanco, que derrotó a la Roma en la tanda de penaltis tras empatar a uno. No tuvo minutos, pero sí entró en la lista, estuvo en el banquillo en el Puskas Arena de Budapest y disfrutó de la fiesta como uno más.

El medio, que cumplirá 19 años en julio y que renovó hace unos días hasta 2026, se estrenó con el primer equipo en Primera División frente a los merengues. El técnico vasco lo tuvo claro, debía reservar a futbolistas para la gran final del jueves, lo colocó de titular y disputó los noventa minutos frente al cuadro de Ancelotti. Mendilibar también le había citado para la semifinal ante la Juventus y es habitual en los entrenamientos del primer equipo.

Bueno ha pasado por casi todos los escalafones inferiores del Sevilla. Aterrizó en la entidad blanca en edad alevín y la pasada temporada defendió la camiseta del del Sevilla Atlético en Segunda RFEF y pasó por Chapín para medirse al Xerez DFC en una cita en la que su equipo se impuso por 0-1.