Motociclismo · World Bike GP Legends

La leyenda interminable de Aspar...

  • El tetracampeón mundial y 12 veces 'rey' de España se suma al reencuentro de 'viejas glorias' como Ángel Nieto, Carlos Cardús, Garriga, Spencer, Gardner o Schwantz, que se dan cita en la capital mundial de la moto

Aspar, en lo alto del podio del Circuito de Jerez junto a Álex Crivillé, Ángel Nieto y Julián Miralles.

Aspar, en lo alto del podio del Circuito de Jerez junto a Álex Crivillé, Ángel Nieto y Julián Miralles.

EL nombre de Aspar nos viene rápidamente a la memoria, no sólo porque comienza por la primera letra del diccionario. Lo recordamos con gran facilidad porque es uno de los más grandes pilotos de la historia. Su palmarés no puede ser más brillante, atesorando cuatro títulos mundiales y 12 nacionales, además de 37 victorias y 61 podios en grandes premios. Sin duda, cifras muy relevantes que se unen a las de las míticas leyendas que este fin de semana celebran en el Circuito de Jerez la memorable 'Race of the legends'.

Jorge Martínez 'Aspar', nacido en la localidad valenciana de Alzira en 1963, tiene un curriculum tan extenso, que obligaría a un amplio serial, para desmenuzarlo con detalle y rigor. Puede que su progenitor, que había disputado algunas carreras urbanas, le transmitiera en los genes la afición por el motociclismo: "Mis padres no querían que yo compitiese, a causa de las caídas que había tenido mi hermano. Ellos nunca vinieron a verme en una carrera, jamás en la vida, ni siquiera las seguían por la tele. Como mucho, las grababan y cuando yo ya les había telefoneado para decirles que todo había ido bien, la veían en el vídeo", afirma el legendario piloto que pagó 2.600 pesetas para alquilar la Derbi con la que ganó su primera carrera en un circuito urbano en 1979.

Modélico, perfeccionista y calculador, Aspar logró su primer título nacional en 1981 (de una docena casi encadenada), disputando el primer Gran Premio al año siguiente en el circuito madrileño del Jarama a los mandos de una Bultaco, con asistencia y apoyo de Ricardo Tormo. "De aquel año y con aquella moto, recuerdo una anécdota con Nieto en Jerez de la que salí trasquilado. Durante los entrenamientos, en el circuito de Mercajerez, vi a Nieto con la Minarelli oficial delante de mí y me dije: ¡a por él! Y le pasé. Me la devolvió y yo insistí otra vez, pero a las tres curvas me volvió a pasar. Yo seguí a su rebufo con intención de pasarle otra vez. Hicimos toda la recta a un palmo, metidos en el carenado; yo esperaba que levantase el cuerpo al empezar a frenar para hacer lo mismo, pero Ángel hizo una apurada de frenada bestial sin levantarse y yo me salí recto", comenta con aires de nostalgia el tetracampeón.

Esta entrañable anécdota se culmina, según Aspar, cuando "después de los entrenamientos, Nieto vino a ver a Tormo y le dijo: 'Tienes por aquí un chaval que me ha estado dando la lata un buen rato y he tenido que hacerle un par de putaditas para que se vaya enterando'. Yo estaba trabajando en mi moto, medio escondido detrás de ella, y no me atreví ni a sacar la cabeza"… No en vano, para muchos, el de Alzira 'jubiló' a la leyenda 12+1.

Cabe recordar que Jorge Martínez llegó a Derbi como segundo piloto, pero el infortunio de Ricardo Tormo le obligó a coger las riendas del afamado equipo en 1984, conquistando ese mismo año su primera victoria de 80cc en el Gran Premio de Holanda. En 1986 dio los pasos necesarios para que su moto fuese como un traje a medida y, a partir de 1987, comenzó a cosechar títulos mundiales de forma consecutiva. Gracias a él, el himno de España parecía un disco rayado.

Los números de Aspar hablan por sí solos. Amén de sus cuatro títulos mundiales, el alcireño acumula proezas incontestables, como las quince victorias conseguidas en la temporada de 1988 (6 en 80cc y 9 en 125cc) y los cuatro triunfos conquistados en un mismo día, tanto en Imola como en Assen, Rijeka y Brno.

Pero eso no es todo, consiguió la pole, la vuelta rápida y la victoria en catorce ocasiones. Y aún hay más, porque en diez carreras se impuso por una diferencia inferior a un segundo, y en otras siete perdió la partida por menos de un segundo. Tanto el propio Nieto, como el suizo Dorflinger y sus Krauser, Gianola, Span, Waibel o el entrañable Champi Herreros, pueden atestiguar lo frustrante que era correr contra Jorge Martínez.

Pero, no todo era su Derbi, como algunos pensaban. Aspar disponía de una genialidad innata y solvencia estadística. El piloto valenciano era un maestro con dotes técnicas para hacer competitiva y rápida a su moto, sabía llevarla hasta lo más alto del podio, sin que fallase. Así lo demostró, por ejemplo, al convertirse en el primero que logró una victoria de Gran Premio en el Circuito de Jerez en 1987, por supuesto, con la Derbi de 80 cc.

Nadie podrá olvidar sus 37 victorias en grandes premios, a los que hay que sumar otros 24 podios más, todos ellos repartidos entre las categorías de 50 cc, 80 cc y 125 cc. Probó fortuna en los 250 cc, sin gran éxito, pues siguió centrado en el octavo de litro, consiguiendo en esta categoría su ultima victoria el año 1994 en Argentina. Lo hizo con una Yamaha, pues Derbi había cerrado bajado la bandera a cuadros de su actividad. Tras un paso efímero por Aprilia, con la que logró el título europeo, colgó definitivamente las botas y el casco en 1997, dando paso a nombres como Crivillé, Alzamora y todos los grandes que vinieron después.

Pero la leyenda interminable de Aspar no se paró al bajarse de la moto. Su pasión, experiencia y profesionalidad han tenido una sombra alargada con su equipo en todas las categorías del Mundial. En su Valencia natal, ha dado vida a grandes proyectos, como el circuito de la Comunidad, ha apoyado escuelas de pilotos y mecánicos, o la Fórmula 1. Su labor ha sido incombustible y no siempre comprendida por los que abanderan el pecado nacional de la envidia.

Puedo afirmar con total convicción que, al margen de su inigualable palmarés, es una de las mejores personas que conocí durante la larga década que asistí a todos los Grandes Premios del Mundial. De hecho, cuando a mitad de la temporada 1991, descubrí como periodista que iba a dejar el equipo JJ Cobas para pasarse al de Honda dirigido por Michel Métraux, muchos compañeros de profesión le pidieron que me recriminara y él fue tajante: "La verdad es innegable". Aspar siempre ha sido y será un señor…

(*) Jesús Benítez es periodista y escritor. Fue Editor Jefe del Diario Marca y, durante más de una década, siguió todos los grandes premios del Mundial de Motociclismo. A comienzos de los 90, ejerció varios años como Jefe de Prensa del Circuito de Jerez.

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