Ejercer de periodista deportivo durante el último tramo del siglo XX y el inicio del XXI(1988-2002) en uno de los denominados desde Madrid diarios de provincias fue un lujazo para envidia de colegas de otras ciudades. Grandes Premios de Fórmula 1, mítines de atletismo con estrellas como Carl Lewis o Serguei Bubka, el Volvo Masters de golf... Y a todo eso se unía la cita ineludible que no fallaba jamás, un Gran Premio de motociclismo que atiborraba el Circuito de aficionados. Eran tiempos en los que manteníamos un contacto muy directo con los pilotos, antes de que tuvieran departamento de comunicación hasta los que van en Vespa. Tiempos de hablar y hablar con Aspar (siempre atento), Sito Pons (algo seco pero correcto), Tiriti Cardús (con su toque vacilón) o Julián Miralles (rey del paddock en el trato con la prensa).