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Un salvoconducto para llegar a Europa

  • La Policía alerta del uso fraudulento del carné Fan ID, expedido de forma masiva en países asiáticos y africanos

La Policía alemana alerta en un informe del posible uso fraudulento para entrar ilegalmente en territorio comunitario del llamado Fan ID, documento que permite el ingreso sin visado a Rusia a los poseedores de entradas para el Mundial de Fútbol, publicó ayer el Bild en su edición dominical.

El informe, elaborado por la Oficina Federal de Investigación Criminal, indica que "a través de Europol se tiene conocimiento de que el uso fraudulento del Fan ID para entrar a través de Rusia de forma ilegal a Europa es un tema que se está discutiendo en redes sociales y páginas en internet de las regiones del oeste y norte de África y del espacio de habla árabe".

"Los organismos de seguridad rusos tiene constancia de ello y han anunciado un incremento de las medidas de seguridad y de los controles", agrega el informe en el que se analizan los posibles riesgos relacionados con la celebración del Mundial en Rusia.

El Fan ID, una especie de pasaporte de aficionado requerido por las autoridades rusas, permite, además del ingreso sin visado en Rusia de los titulares de entradas para el Mundial, la permanencia en el país durante un periodo que empieza diez días antes del primer partido y concluye diez días después del último.

Según el Bild, llama la atención la elevada cifra de Fan IDs expedidos a aficionados procedentes de Irán (9.500), Senegal (9.000), Túnez (8.000), Marruecos (7.500), Nigeria (7.000) y Egipto (6.500), frente a los 3.600 concedidos, por ejemplo, a los seguidores españoles.

El diario señala que el Mundial de Rusia ofrece una forma más barata de acceder a la denominada ruta oriental para ingresar después en territorio comunitario.

Un vuelo de Teherán a Moscú puede conseguirse por menos de 300 euros, y de Lagos a la capital rusa, por unos 1.100, a lo que se suma la entrada a un partido del Mundial, que cuesta a partir de 94 euros.

Mientras, los traficantes en África y el espacio de habla árabe pueden llegar a pedir hasta 6.000 euros por persona para viajes en los que los refugiados arriesgan su vida en la peligrosa ruta a través del Mediterráneo.

Según Jörg Radek, vicepresidente del Sindicato de la Policía (GdP) alemana, "la presión en los países de origen es tan grande que aquellos que quieren emprender la huida aprovechan cualquier oportunidad y cualquier ruta para llegar a Europa".

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