Misión cumplida y de la tierra al cielo. El Xerez B, cuando pintaban bastos y parecía tenerlo todo en contra -resultado de la ida, campo de tierra, bajas por sanción y otras ausencias- ofreció su mejor versión en el último partido de la temporada y ganó por K.O. el asalto a la Peña Rociera con tanta justicia como merecimiento. Ahora queda esperar ascensos, descensos y vacantes para el que puede ser el ascenso más largo de la historia azulina pero por lo pronto, el trabajo de técnicos y futbolistas ya está hecho.

Y bien hecho, porque el filial azulino rozó el sobresaliente de principio a fin, logrando voltear la tortilla:se esperaba que los locales tirasen de veteranía y amilanasen a los inexpertos azulinos -y a buena fe que lo intentaron- pero este tiro, al igual que otros, les salió por la culata porque el equipo de Paco Peña, lejos de arredrarse, fue un torazo en rodeo ajeno, como le gustaba decir a Di Stéfano en sus buenos tiempos. En efecto, el Xerez Bjugó con empaque, concentración y sin echarse atrás, hasta el punto de hacer perder los nervios a los jugadores amarillos.

Clave en el control azulino fue la defensa adelantada, que siempre se anticipó a los balones colgados por el Peña Rociera, y el fenomenal trabajo de Luis Lara, que se fajó con todos sin caer en provocaciones. Dentro del magnífico tono del filial, el centrodelantero azulino fue una de las claves como también la seguridad de Iván Ares y la sobriedad, colocación y contundencia de Joaqui y Juanma Reyes atrás, en la que la sorpresa fue la ubicación de Parada en el lateral derecho para dejar en el doble pivote a Manu y Alfonso. Apuesta arriesgada pero apuesta ganadora. 

El partido se ajustó al guión previsto: campo de tierra, balones bombeados y ojo a las jugadas de estrategia. Paco Peña adelantó la defensa a medio campo cada vez que sacaba el Peña Rociera, lo que provocó un cortocircuito en el juego local, impotente para hallar un plan B con el que hacer daño al filial. Para evitar despistes y botes extraños en el albero, los despejes se convertían en pelotazos arriba, balón a seguir: Joaqui fue el encargado de sacar de puerta para alejar el balón de Iván Ares, y en el campo rival lo mismo:patadón y tentetieso.

Poco a poco el Xerez B fue acomodándose en la tierra al tiempo que al Peña Rociera se le veía más incómodo y su banquillo muy nervioso. El filial empezó a perderle el respeto a su anfitrión y en uno de los pelotazos esquinados a seguir, Kike Lobato tiró de calidad para bajar el balón, hacer un par de amagos y dejar a Iván Jiménez, cuyo centro al área evitó al central más alto de los amarillos y dejó a Luis Lara con el más bajito:salto, cabezazo ajustado a la base del palo que Rivas, aunque se tira bien, no puede atajar. 0-1 y fiesta con el Kolectivo, ubicado en aquella esquina.

El gol templó al filial y electrocutó al Peña Rociera, que fue incapaz de crear ocasiones. De hecho, lo más peligroso para Iván Ares fue un choque con el palo cuando cubría un centro chut.

Además, el Xerez B supo jugar al otro fútbol, alargando y retrasando saques y provocando que los locales se pusieran más nerviosos todavía.

En la segunda mitad el Peña Rociera salió a por todas pero el árbitro no dejaba pasar ni una. Y una falta a Luis Lara -otra más- la convirtió Iván Jiménez con un toque de calidad en el 0-2, un abismo en el marcador. Emilio López, técnico local, quemó sus naves con tres cambios de una tacada, futbolistas que habían amenazado a Luis Lara jaleados por sus compañeros:Manolo cumplió su promesa y cazó al jerezano, pero el linier le cazó a él. Roja a los dos minutos de salir, pero quería más:cuando Luis Lara salió a la banda porque fue atendido, le lanzó un cabezazo al que no respondió el azulino. En inferioridad numérica, más difícil todavía para los amarillos, una playa en la arena para los azulinos.

A la desesperada y en inferioridad, el Peña Rociera trató de apretar y el Xerez B encontró espacios a la contra. Remates de Luis Lara y Kike Lobato se toparon con defensas, y el centrocampista después con el larguero. 

A un cuarto de hora del final, Paco Peña comenzó a mover el banquillo, Iván Ares quita un balón a Barro de los pies y Pelote salva un gol bajo palos. El canto del cisne:Gordi, tras un excepcional recorte, coloca el balón lejos de Iván Ares, pero hay tiempo para más y Barba, a placer, remacha el 1-3 en el descuento mientras el banquillo local pide fuera de juego y otros lamentan que el humo de una bengala encendida en la esquina de los aficionados del Peña Rociera impidió a Rivas ver el balón.

Final y alegría en el filial azulino, abrazos y manteo a Paco Peña. Ahora habrá que esperar a ver si el fútbol recompensa al filial con el ascenso, aunque para eso habrá que esperar algunas semanas. Por lo pronto, misión cumplida y que les quiten lo bailao a los chavales, una de las pocas alegrías de la temporada en el club azulino.