El último Tour de Armstrong
Ciclismo l Tour de Francia
El estadounidense quiere despedirse de la ronda gala con un papel protagonista en la edición de 2010 · El Radio Schack, un equipo hecho por él y para él en su adiós
A punto de cumplir 39 años, Lance Armstrong disputará su decimotercero y último Tour de Francia con la esperanza, quizás poco realista, de ganar de nuevo y elevar a ocho su número total de victorias en la ronda gala.
"Estoy prácticamente seguro que es mi última prueba en Europa", afirmó hace unos días el líder del equipo Radio Schack, que asegura que sus hijos le presionan para que deje su carrera profesional y le preguntan: "¿Cuándo vas a dejarlo?". Aunque el norteamericano dijo en marzo que una nueva victoria no cambiaría su vida, está haciendo todo lo posible para conseguirla, a pesar de los muchos problemas con los que se ha cruzado en su preparación: una gastroenteritis en marzo y abril, una caída en mayo y, ahora, nuevas acusaciones de dopaje de su ex compañero Floyd Landis.
El ciclista tejano está siendo investigada por la justicia de su país por este motivo. Exactamente por la Food and Drug Administration (FDA), una agencia gubernamental. El caso está en manos de Jeff Novitzky, un hombre conocido por desenmascarar a otra estrella estadounidense: Marion Jones. "Nada va a perturbarme durante este Tour. Al contrario, todo me inspira. Y después de la prueba me iré a la playa con mis cinco hijos", asegura Armstrong.
Para el ciclista, el objetivo de este 2010 es salir por la puerta grande y la historia demuestra que puede lograrlo. En 2005, en el que pensaba que iba a ser su último Tour, dominó completamente la carrera. Y el año pasado, en su retorno después de tres años inactivo, estuvo más cerca de lo esperado del maillot amarillo. Finalmente quedó tercero.
Este año, Armstrong tiene en su favor su posición de líder del equipo creado por él, el Radio Schack, sin los problemas que tuvo en 2009 en el Astana por su rivalidad con Alberto Contador. Su entrenamiento de los últimos meses también fue positivo, con un programa en el que fue mejorando paulatinamente sus resultados. Tras un arranque discreto, el americano fue ganando ritmo a partir de junio, donde logró el tercer lugar en la Vuelta a Luxemburgo y el segundo puesto en la Vuelta a Suiza.
Pase lo que pase, Armstrong es un peso pesado del Tour. Y aunque no consiga vestir su último maillot amarillo, aspira, como mínimo, a un papel protagonista en su despedida.
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