Todo por las viejas joyas del motor

Muchos años han pasado ya desde que allá por los 80 Manolín, Pepe López e Iniesta decidieran hacer una concentración de motos antiguas aprovechando la Feria de Guadalcacín.

Los años han ido transcurriendo pero la tradición lejos de perderse ha ido creciendo hasta el punto de que actualmente además de las concentraciones, existe una Asociación de Motos Antiguas constituida por más de cien socios que dedican su tiempo a remodelar, restaurar y poner a punto motocicletas que en su mayoría estaban tiradas y mohosas en los campos gaditanos.

Jerónimo Osorio, aficionado y presidente de la Asociación de Motos Antiguas de Guadalcacín, recuerda cómo "hace unos años cuando creamos la asociación, la gente nos llamaba y nos decía que tenían motos antiguas, que si las queríamos para restaurar podíamos ir a por ellas, pero las cosas han cambiado mucho desde entonces. A lo difícil que es encontrar motos antiguas se le une el hecho de que la gente sigue llamando pero esta vez para preguntarte cuánto le das por la moto, y lo cierto es que no merece la pena pagar por ellas porque al precio inicial hay que sumarle luego su puesta a punto que suele rondar por unos 2.000 euros, por lo que pagar por ellas es una locura", asegura Osorio.

Los miembros de la Asociación tienen en su mayoría una media de edad de unos 40 a 50 años pero en los últimos tiempos los jóvenes se han ido acercando: "Son cada vez más los jóvenes que acuden al local y por ello tenemos en mente solicitar a la Junta de Andalucía la posibilidad de crear unos talleres que ayuden a los jóvenes a formarse en una profesión que esta en peligro de extinción".

A la dificultad de encontrar motos antiguas se une la falta de profesionales que dominen el manejo interno de estas joyas del motor. "Las motos antiguas son difíciles de manipular ya que no funcionan como los vehículos de hoy día, que si se estropea una pieza la cambias y listo. No, para cambiar una pieza de una de estas motos hay que conocer bien su estructura interna o corres el riesgo de que no vuelva a funcionar", explica el presidente.

Para que no se pierda la tradición, algunos miembros de la Asociación quedan todos los sábados y domingos por la mañana para dar una vuelta por los alrededores de Guadalcacín. "Cuando algunos domingos quedamos para ir a concentraciones fuera como la del pasado fin de semana en Sevilla, acudimos en coche y con carros, estas motos no aguantan más de 50 kilómetros, hacerle excesivos kilómetros es ganas de cargarte el motor".

Este domingo, a las 10:00 horas, están citados los aficionados de las motos, bicicletas y 50 vehículos históricos en la Plaza de Artesanía de Guadalcacín donde disfrutarán de una exposición. Tras unos regalitos y una degustación por los bares de los alrededores de la plaza, realizarán un recorrido con final en el circuito de velocidad. Tras visitarlo volverán a Guadalcacín para disfrutar de un almuerzo en la caseta municipal de la feria del pueblo.

Atendiendo a la afluencia de años anteriores, se espera que el próximo 4 de septiembre acudan unas quinientas personas y más de doscientas motos a la concentración.