Andre Jaume | Editor y traductor
"Beberé manzanilla el resto de mi vida"
-¿Qué hace un gallego en Ayamonte?
-Un día vine a Huelva a hacer el saque de honor de una final del Colombino con Zarra y mi mujer se quedó enamorada de Isla Canela.
-Antes de los Cinco Magníficos, formó parte de esta delantera: Pensa, Marcelino, Caeiro, Malpica, Nichi. ¿A qué le suena?
-Con Zamorita de portero. El equipo del Racing de Ferrol. Yo tenía 17 años, era el más joven. Casi todos habían estado en Primera. Caeiro había jugado en Francia y en la Real Sociedad y fue entrenador.
-¿Usted era el menos conocido?
-Yo venía de jugar en la playa de Ares y unos partidos en Tercera con el Galicia Mugardos.
-¿Dos Eurocopas seguidas acaban con el mito de su gol del 64?
-Al revés. España no podía seguir viviendo de mi gol 44 años. Ahora estamos al nivel de Brasil.
-¿Pero usted fue el primero?
-Eso no te lo quita nadie, es verdad.
-En aquel equipo de 1964 había tres gallegos: Luis Suárez, Amancio y usted...
-Y Reija, que jugó las eliminatorias. No jugó la final porque el seleccionador le tenía miedo al equipo ruso y puso a Rivilla, que era más defensivo, porque Reija era un futbolista tipo Dani Alves.
-Hablando de gallegos, había otro en el palco...
-Franco no era un hombre muy querido en Zaragoza. En esa época jugamos cuatro finales de Copa consecutivas y había que jugarlas donde estuviera Franco, en Madrid o una vez en Barcelona.
-¿Llegó a tratar a Franco?
-Nos recibió en el Pardo dos días después. Al Rey lo traté más, porque había estudiado en Zaragoza cuando era Príncipe. El fútbol era entonces otra cosa. En estos momentos existe la marca España, lo cuidan muchísimo, a Del Bosque lo hacen marqués. A nosotros no nos dieron nada. El deporte era más espontáneo, esporádico, salía gente como Santana o Ángel Nieto.
-¿Por qué durante cuarenta años se le atribuyó a Amancio el pase de su gol que le dio Pereda?
-En la cinta del partido de Televisión Española grabaron encima un programa de pueblos y le pusieron después imágenes de otro partido. Yo tengo el partido que grabó la televisión rusa, que lo compró Tele 5.
-Otro Amancio gallego, Amancio Ortega, es el tercer hombre más rico del mundo. ¿Lo conoce?
-Me lo presentaron porque tenía una hípica en Arteixo y mi hija montaba a caballo. Lo conocí como a Franco, de hola y adiós. Esas fortunas tan inmensas son amorales. No es un creador, como Adolfo Domínguez o Victorio & Luccino, que no lo pasan bien porque producen aquí. Es un fusilador de tendencias. No estoy contra la riqueza sino contra la riqueza abusiva.
-Los Cinco Magníficos, la delantera stuka... Ya no se recuerdan los quintetos porque se puede ganar un título sin delanteros...
-Le ha salido bien el sistema.
-¿Volvió a jugar contra Yashin?
-No. En mi opinión, en la historia del fútbol hay dos porteros que están un peldaño por encima del resto; uno es Yashin, el otro Iríbar.
-¿Utilizó el régimen su triunfo para celebrar los 25 años de Paz?
-Hoy la política está metida en todo. El que no es amigo del PP o del PSOE lo tiene muy mal. Entonces había un gobierno monocolor, una dictadura, eran diez o doce ministros. La sociedad civil tenía más peso que la política. En Aragón estaban el gobernador y el capitán general. Hoy hay una hipertrofia de cargos, políticos y sindicatos que han hecho de economistas en las Cajas y llevaron al país a la ruina.
-¿Están siendo los Juegos de las mujeres?
-A mí no me sorprende. La formación de la mujer es mucho mayor que la del hombre. No sé a quién se le ocurrió lo del sexo débil.
-¿Es la hora de las Marcelinas?
-No es cuestión de cuotas, sino de darles más cabida porque con su aportación nos luciría mejor el pelo, la sociedad no habría incurrido en estas obras faraónicas.
-Falta una semana para la Liga.
-La Liga es un desastre. El Madrid y el Barcelona y el resto. Habría que limitar el dinero como la NBA. Es como si el Sevilla o el Málaga jugaran contra equipos de Regional. O si a Alonso lo pusieran a correr con un Seiscientos contra un Ferrari.
-Un pueblo de Aragón le puso a una calle Gol de Nayim. ¿Hay una calle Gol de Marcelino?
-Me la han ofrecido, pero me negué. Cuando me la dé la sociedad civil, la aceptaré. Un político no es nadie para ponerme una calle, porque como te la da te la quita.
-¿Prefiere estar en un libro?
-Es mucho más importante.
-Está en la antología de fútbol y poesía 'Un balón envenenado'...
-Lo bonito es dejar un buen recuerdo. Por eso mi gol y mi título ya estaban añejos. Las calles las dan los políticos y los títulos el Rey. Los grandes títulos nobiliarios se los daban a quien mataba mucha gente en las guerras. Hablo de la Edad Media, no de nuestra guerra civil, que fue un desastre.
También te puede interesar
Andre Jaume | Editor y traductor
"Beberé manzanilla el resto de mi vida"
Toño Acuña. Empresario y escritor
"Yo concibo la escritura como una diversión"
Mapa de Músicas | Gropius Quartett
"El gran tema de este CD es el amor"
Lo último