Page, sobre los mensajes entre Pedro Sánchez y Ábalos: "Eran uña y carne"
Lambán, ex presidente de Aragón, reconoce que tuvo broncas telefónicas con Sánchez: "Sus reacciones eran iracundas"
Óscar López ve “muy grave” la publicación de mensajes privados de Sánchez y pide investigar la filtración

Tras la publicación en El Mundo de numerosas conversaciones por whatsapp entre 2020 y 2021 del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y José Luis Ábalos (anteriormente ministro de Fomento y mano derecha del secretario general socialista), en las que pedía a éste que silenciase las voces críticas como las de Emiliano García-Page con mensajes tales como "que Page deje de tocar los cojones", el cuál se había pronunciado en contra del pacto del Gobierno con Bildu para poder aprobar los Presupuestos Generales del Estado, el presidente de Castilla-La Mancha ha dado su versión en los micrófonos de Onda Cero.
"Si se quitaran ellos la mordaza y pudieran pedir de una vez perdón y reconocer el dolor de las víctimas sería suficiente. Está bien llegar a un acuerdo con una formación que se dedicó a poner la mordaza al pueblo vasco durante muchos años", compartió el presidente manchego, crítico con Sánchez.
Ante estas filtraciones, Más de Uno entrevista a Page, que matiza que lo que siente y tiene en común con el presidente del Gobierno se basa meramente en simpatía política y que dicha tensión que tiene con el Partido Socialista no viene de una pelea previa entre las personas implicadas, sino que "todo esto viene a partir de una discusión de valores", los cuales se remontan a cuándo "el PSOE sacó el peor resultado de su historia".
Afirma que la misma noche que salieron los resultados electorales, la dirección de la formación ya estaban planteándose pactar con el independentismo, y ahí se abrió la gran brecha entre ellos con el debate de si "todo vale para gobernar", siendo que el anterior 28 de diciembre se intentó llegar a un "gran acuerdo entre todos" en un Comité General para que no se pactara con radicales, independentistas ni partidos de la derecha; procedimiento que, aunque no se aprobase por mayoría y estuviera pendiente de una segunda votación, el Presidente no respetó.
Tal y cómo se sabe a través de los mensajes, Sánchez mandaba a Ábalos a hablar con Page para "controlarlo", aunque el presidente manchego comunica que "o algunos de los que tenían el mandato de apretarme no han cumplido", o por otra parte "lo han hecho de alguna manera que han sido ineficaces", de tal manera que los intentos de disuadirlo no han surgido ningún efecto. Sin embargo, expone que a él no le importa en absoluto lo que la gente pueda pensar de él personalmente, pero que "duele mucho más los pactos con los independentistas".
No obstante, todas las tensiones percibidas entre ambos son reales, confirmando que "sí se notaba tensión y se notaba que las cosas estaban incómodas", ser el mayor problema el compartir —o no— una ideología o estrategia, expone que tanto por su parte cómo por cualquiera que en su momento "se vieron apretados", que no cambiaría su manera de actuar porque "no había presión que surtiera efecto". Sin embargo, confirma que aunque sí notase tensión y se notaba que las cosas estaban incómodas —al igual que a cualquiera le gustaría que estuvieran de acuerdo con su punto de vista— no ha recibido nunca una sensación amenazante.
Sí reconoce Page que los whatsapps filtrados desvelan que "José Luis Ábalos y el presidente del Gobierno eran uña y carne. Creo que Ábalos es en buena medida artífice de la carrera política de Pedro Sánchez", zanja.
Contundente Lambán
Asimismo, el ex presidente de Aragón Javier Lambán, crítico durante su etapa al frente del Gobierno regional con el jefe del Ejecutivo, también ha reaccionado a la filtración de los whatsapps entre Sánchez y Ábalos. Al ser preguntado sobre qué le parece que el presidente del Gobierno se refería a él en esos mensajes como "un petardo", Lambán ha dicho que es una caja de sorpresas. "No sabía qué calificativos me señalaban", ha dicho el ex presidente autonómico.
Sobre si era consciente de que a Sánchez le desagradaban muchas de las posiciones que expresaba, Lambán dice que todo esto que ha salido es presumible y que le ha sorprendido algo la obsesión enfermiza por controlar y marcar la dirección a los barones.
Pérdida de control de Sánchez
Lambán habla de la praxis para marcar a los barones el camino y reconoce que con el propio presidente ha tenido "broncas muy serias por teléfono". Además, admite que le sorprendió la ira y la falta de control que percibía del presidente sobre comentarios que él había hecho y que al presidente no le gustaban. "Sus reacciones eran iracundas", afirma el ex presidente de Aragón. "Yo no recuerdo que me insultara, pero el tono era insuperable", relata Lambán.
Sobre Ábalos dice que las conversaciones eran cordiales, incluso las que tenían como objetivo la correspondiente reprimenda a los barones.
Lambán califica la atmósfera "irrespirable" en aquellos tiempos para los que pensaban diferente y piensa que la disidencia en el partido "está eliminada". "Yo le he llegado a decir a Sánchez en mítines que no era delegado del Gobierno y que me debía a Aragón antes que al partido", cuenta.
Además, Lambán explica que las discrepancias con Sánchez vienen desde finales de 2015 cuando unos cuantos advirtieron que Sánchez era capaz de cualquier tipo de pacto por llegar al poder. "Él pasó poco a poco a controlar el partido y el PSOE dejó de ser dueño de sus propio destino y dejar a España en manos de unos socios indeseables", ha asegurado.
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