El sector de las bebidas espirituosas cerró 2021 diez puntos por debajo de 2019, el último año antes de la pandemia. El inicio de 2022 marcha mucho mejor, tanto en cifras de exportación como en el mercado nacional, en buena medida por la Semana Santa tardía, en la que el director ejecutivo de Espirituosos España, Bosco Torremocha, de visita en estos día a la Feria del Caballo, indica que "hemos visto que España entera se ha ido de vacaciones".

Aún es pronto para hablar de recuperación plena, proceso que avanza a distintas velocidades dentro del país, donde Canarias y Baleares abanderan el aumento de consumo con la vuelta del turismo internacional, mientras Madrid, con la capital al frente, hace lo propio como "motor absoluto" del turismo nacional. "Por el norte empezamos a ver también una evolución positiva, y en la Meseta, las dos Castillas, empieza a haber otro tono", asegura Torremocha, no sin remarcar que Andalucía, que "ha seguido en la tónica de los primeros momentos de la pandemia, y recuerdo por ejemplo el verano de 2020, en el que fue la única noticia positiva cuando era cómo si hubiera dos Españas, la costa andaluza y todo lo demás".

En el camino de la recuperación, el sector se ha topado con no pocas dificultades derivadas de "la crisis del transporte, de suministros, de energías, la falta de botellas, tapones, corchos, cartones... Y todo eso ha generado una inflación en costes brutal y además ha cambiado el modelo de negocio, o mejor dicho, la promesa de negocio".

El responsable de Espirituosos España explica que "las empresas han tenido que adaptarse sobre la marcha al nuevo escenario, en el que la hostelería está requiriendo un servicio y una atención casi al día y en menores cantidades", situación a la que se une la "complicada gestión del Brexit" en la que "Jerez se juega mucho, con cifras que llevábamos sin ver veintipico años -en Reino Unido- y que nos encanta ver, pero también hay cosas que nos preocupan mucho".

En este contexto, el también ex director general de la patronal bodeguera Fedejerez cree que el brandy, en general, y el Brandy de Jerez, en particular, "está aprovechando el cambio de tendencias" registrado después del covid, tras el que cobra importancia todo lo que pasa en la última milla, todo lo que es relevante en el entorno". 

"El brandy es y ha sido la principal bebida espirituosa producida en España y si no aprovechamos con entornos como éste, con la Feria, el turismo... todo eso en lo que Andalucía ha sido bandera, estamos perdiendo una oportunidad que a lo mejor no vuelve en dos generaciones".

A su juicio, la crisis sanitaria ha cambiado por completo la "percepción negativa" que tenía la gente del brandy como "algo ancestral y tradicional, que ahora es positivo y es lo que el consumidor reclama".

Para Torremocha, el volumen es lo de menos en la actual situación económica, ante la que anima a las bodegas a seguir apostando por el valor más que por el volumen, que probablemente se vea afectado, ya que detecta un "interés espectacular por Jerez, principalmente por el vino, pero el brandy y el vinagre, al final, también son Jerez". En este sentido, cree que "se está haciendo muy bien y mi recomendación es seguir insistiendo y no mirar tanto las cifras de volumen, porque hay un potencial enorme".

Las ferias, como la de Abril de Sevilla y la del Caballo de Jerez, son un "gran escaparate" para la promoción de estos productos, por lo que anima a los caseteros a ampliar la oferta, por ejemplo del Brandy de Jerez, "que tiene que estar en la Feria, en la que incluso debería haber carteles recomendando esa copita de sobremesa o el combinado con brandy".

"El martes estuvimos cenando en la Feria y no tomamos fino, sino amontillados, palos cortado, olorosos, cream envejecidos y la gente flipa con eso, que es lo que tenemos aquí, la diversidad de los vinos, que muchas veces juega en contra, pero si viene la gente a tu casa y no se la enseñas, ¿cuándo se la vas a enseñar?".

Al margen de la situación económica, con la inflación desbocada y los costes disparados que hacen mella en el poder adquisitivo de los consumidores, situación que preocupa sobre todo en los mercados tradicionales de Centroeuropa, el director de Espirituosos España llama la atención "en clave Jerez" sobre dos temas políticos que están sobre la mesa.

En concreto, alude a la reforma fiscal del Gobierno, que afecta especialmente al brandy, que junto al resto de bebidas espirituosas representa el 73% de la recaudación, por lo que "si suben los impuestos, matan al sector"; y en segundo lugar, apunta a la ley de comunicación audiovisual que está ahora mismo en el Congreso y que "está intentando no poner puertas al campo, sino coger agua con cestos".

El responsable sectorial subraya en este sentido que el Gobierno "quiere imponer un horario en digital, algo que es imposible per se, porque una información puede salir a la hora que sea en un periódico digital, pero el lector lo lee cuando quiere y cuando puede". Por este motivo, desde Espirituosos España hacen un llamamiento, tanto al Gobierno como al resto de grupos, para que en la fase final de la tramitación de la ley "busquen encaje a un par de enmiendas que hemos presentado y que son fundamentales, además de perfectamente compatibles con la responsabilidad, la moderación y la protección del menor que es el bien último que todos tenemos que proteger".