Feria de Jerez

Una Feria en modo cofrade

  • Treinta casetas de hermandades hacen presente la Semana Santa en el Real del González Hontoria

Si tenemos en cuenta que son cuarenta y cinco cofradías las que hacen su estación de penitencia entre las vísperas y los días de Semana Santa, tan sólo son quince las que se quedan fuera del recinto ferial en estos días de alegría y fiesta en la ciudad.

Treinta son las hermandades que tienen su rincón, su sitio y su presencia en la Feria del Caballo, además de la del Rocío que también está presente en el recinto. Esta importante presencia significa alrededor de un ochenta por ciento de la nómina de cofradías que ofrecen también su servicio en la Feria de Jerez.

Con esta proporción tan alta de presencia cofrade en el González Hontoria se puede sacar como conclusión que a las hermandades les interesa estar en la Feria para trabajarla y para disfrutarla. Siempre hubo una expresión muy gráfica que ilustra la importancia de los ingresos llevados a cabo por una cofradía en concepto de caseta de feria. Es aquella que dicen los cofrades de que "ese paso de misterio tiene olor a pimiento y tortilla". Lo que deja a las claras que estar en la Feria de Jerez se traduce en unos importantes ingresos para las corporaciones.

Pero también habría que decir que no sólo es hacer dinero. Tener un referente en la Feria para los cofrades es importante. Entrar en el recinto sabiendo que tu hermandad tiene su caseta también es importante. Sobremanera cuando, generalmente, en las casetas de las hermandades, existe un buen servicio, una cocina más que decente y una relación calidad precio muy interesante. Por tanto, para los cofrades y para los jerezanos en general, saber que las cofradías están la Feria es siempre una tranquilidad y un lugar de garantía.

Ahora bien, no todo el monte es orégano. Si hace algunas décadas era inconcebible formular otro sistema que no fuese el de trabajar los propios hermanos las casetas, ahora, muchas han tomado una línea más relajada. Se alquila a un casetero para que la explote y se sigue ingresando un montante, aunque sin llegar a los ingresos que se hacen cuando los hermanos la trabajan. A más dedicación, más dinero.

En concepto de alquiler hay bastantes en el Real. De todos los tipos. Directamente trabajadas por las cofradías tenemos a las Viñas, Soberano Poder, Bondad, Redención o Paz de Fátima entre alguna más que quizá se quede en el tintero.

Resultante de todo este trabajo callado de los cofrades durante estos días en la Feria del Caballo de Jerez es que las hermandades hacen presente a esta realidad de la Iglesia en un lugar de privilegio como es el González Hontoria mientras que, por otro lado, son muy importantes los ingresos que hacen las corporaciones para seguir llevando a cabo un paso de misterio, una restauración de un palio o una nueva figura secundaria.

La hermandad de la Redención monta su caseta en el Real desde el año 2000. Si hubo un tiempo en el que se alquilaba, una de las medidas que tomaron la actual junta de Agustín Llamas fue la de recuperarla de nuevo y trabajarla la misma hermandad. "Nos viene bien desde el punto de vista económico pero sobre todo también porque tenemos un lugar de encuentro de los hermanos de la cofradía y de la familia salesiana", argumenta el hermano mayor. El margen de estas casetas trabajada por los cofrades es bastante más amplio que si se alquila. Estamos hablando de hasta un sesenta por ciento más de ingresos. Para ello, el esfuerzo es grande y en hermandades como la Redención son hasta ochenta personas las que de una manera u otra participan en el trabajo de la Feria. Todo un esfuerzo que tiene su recompensa.

Los pasos, en algunas cofradías, huelen a pinchito y a ración de pimientos. Pero también cabe destacar que gracias a esta labor de muchos cofrades se hace posible que los proyectos sigan adelante. Y que se mantenga toda una estructura económica de artesanos y artistas que con su trabajo dignifican y embellecen la Semana Santa de la ciudad.

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