Estética conocida

La pena de los trabajadores del Gabinete de Diseño del Ayuntamiento es que son de Jerez y trabajan donde trabajan. Todos son magníficos profesionales y están en posesión de un concepto artístico importante.

Por eso, este cartel, que posee muchas calidades plásticas y que parte de una corrección fuera de toda duda, va a parecer demasiado conocido. Y es que la factoría, Departamento de Imagen de nuestro Ayuntamiento, casi todo lo que hace, que es bastante bueno, es, a estas alturas, bastante previsible. Para la conciencia general va a ser una obra con muchos aditamentos ya sabidos.

Me alegro infinitamente por el que lo ha llevado a cabo -aunque nos parezca comprensible quererlo esconder en un anonimato-. Vuelvo a decir que es un buen cartel, que anuncia lo que tiene que anunciar y que responde a certeros criterios de diseño, ilustrativos y, por supuesto, artísticos.

Sin embargo, después de tantos carteles salidos de la misma factoría, considero que era, ya, hora de que se diera un giro definitivo a la situación. La Feria del Caballo lo exige; su importancia es tan grande que no hay que volver a insistir en lo que conocemos.

Si a esto le sumamos que, en la actualidad, Jerez goza de un momento espléndido en la pintura, con artistas, más que importantes, de primerísima categoría -Juan Ángel González de la Calle, Eduardo Millán, Javier Palacios, Nacho Estudillo, Ana Barriga, Pepe Márquez, Jesús Rosa, Rocío Cano, David Maldonado, Carmen Chofre... y un larguísimo etcétera, citando sólo a algunos de los que emplean la figuración- bien podría ser el momento de dar un paso decisivo y plantearse dar un giro en la elección del cartel.

Las fórmulas para hacerlo son variadas. Y, si no, está la siempre socorrida de convocar un certamen público. Con todo esto no quiero minusvalorar la obra que se nos presenta como del equipo de Imagen. Es un buen cartel. Pero como ya se han hecho tantos parecidos, su significación es más reducida por demasiado previsible.