Feria de Jerez

La crisis, también a sorteo

  • Las tómbolas están siendo otras de las grandes sufridoras de la coyuntura económica en la Feria del Caballo · Ni las ofertas ni los oradores consiguen atraer a la misma cantidad de público que otros años

La Feria no solo trae consigo un movimiento necesario de dinero entre casetas y los aclamados cacharritos de Feria, donde se mueve la mayoría de afluencia de público a la fiesta jerezana. Hay otro negocio emergente que se hace patente todos los meses de mayo como el color albero en los zapatos de los feriantes. Se trata de las tómbolas, esa otra parte de la Feria donde a algunos padres les da verdadero pánico entrar, “no se le vaya a antojar al niño un peluche y no está la cosa para gastar más de la cuenta”, exclamaba José Antonio López mientras iba con su mujer, Ana Romero, y su hijo de cinco años, José Luis, intentando esquivar los llamativos expositores que ‘escoltan’ la zona de los cacharritos y todo el parque González Hontoria.

Y es que si la coyuntura económica se hace patente en el poco consumo en las casetas, en lo referido a las distintas tómbolas, la situación es completamente aterradora. Contando al alza, alrededor de cuarenta son los negocios que sortean diferentes artículos en la feria jerezana. Los hay de distinta índole. Por un lado, están las que premian la suerte, como la lotería o la bonoloto, que dependen únicamente de que el número que sale en el sorteo coincida con la del tique que se facilita a los jugadores. En otra categoría están las dedicadas, por ejemplo, a la puntería y otras habilidades físicas, como la fuerza o el pulso. Las hay más tradicionales, como la típica pesca de patos y más novedosas, como el intentar meter un gol a figuras reconocidas del fútbol como Cristiano Ronaldo.

Entre los premios, tanta variedad como tómbolas se encuentran. Los que más se ven entre los adolescentes son los peluches gigantes en forma de serpientes o lagartos, que no son novedad este año. Los más pequeños, sin embargo, son más proclives a decantarse por juguetes relacionados con las series del momento, como Kitty, Phineas & Ferb, Bob Esponja o Monster High. Los mayores, por otro lado, hacen más filas entre las tómbolas que ofrecen distintos electrodomésticos, desde cafeteras sofisticadas hasta televisiones de plasma. Un menor número de negocios está dedicado a productos gastronómicos como chorizos o jamones. De mayor éxito gozan los equipos de grúas, con ofertas de 2x1 y los muñecos de Angry Birds como protagonistas.

Sin embargo, hay un factor común entre todas las clases de tómbolas: el miedo del público a sacar la cartera. Ni ofertas, ni las tentadoras luces, ni oradores ingeniosos al micro consiguen atraer a los asistentes. “Cualquier tiempo pasado fue mejor”, es la frase más oída entre los comerciantes de la Feria.

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