Feria de Jerez

Los feriantes hablan de una fiesta "muy mala" por culpa de la crisis

  • El paro y el poco presupuesto que había este año para gastar durante la semana han pasado factura a negocios tales como las tómbolas y los puestos de turrones

Acaba la Feria del Caballo y con ella comienza el desmontaje de esa 'ciudad feriante' que se instala a la espalda del Real y que tras una semana de trabajo se despide para continuar con su ruta y acampar en la próxima feria andaluza que vayan a trabajar. Tras el cierre, los feriantes hacen un balance muy negativo tras esta dura semana en la que el mal tiempo, el paro y la crisis han dejado huella en los bolsillos de los propietarios de estos negocios.

El sector más afectado ha sido el de los típicos puestos de venta de turrones y los de helados y gofres, muy habituales también en todas las ferias. Manuel Notario, empleado de 'Gofres Emi', aseguró que esta feria ha sido una de las peores para este negocio, "se ha notado bastante que hay muchas personas en el paro y que por este motivo no hay dinero para gastar en caprichos. La gente se retiene más cuando viene a la feria y si pasa por el puesto de gofres intenta no caer en la tentación y ahorrarse ese gasto".

Alfonsa Jiménez, propietaria de un puesto de turrones, también se quejaba ayer de los malos resultados que han tenido durante la Feria del Caballo 2010: "En mi negocio hemos vendido menos de la mitad que el año pasado, las ganancias han sido mínimas". Es cierto que los feriantes entienden que algunas ferias ofrecen más beneficios que otras por su tamaño y por la cantidad de visitantes que reciben; por este motivo, éstos no entienden que "siendo Jerez una de las más fuertes, este año ha sido uno de los más malos. El pasado año ya se empezó a notar la bajada en las ventas, pero es que el 2010 ya ha sido definitivo", insistió Alfonsa Jiménez.

Pero no todos los feriantes han notado con la misma crudeza los efectos de la crisis. El sector del juego y las atracciones más emblemáticas subrayaron que no han sido unos resultados del todo negativos, teniendo en cuenta la mala situación económica que sufren muchas familias.

José Carlos Nieto, propietario del puesto en el que se puede disfrutar del clásico juego de las cuerdas, afirmó que "el año pasado fue mucho peor para nosotros, se notó mucho más la bajada de las ventas". Aunque este feriante también quiso hacer hincapié en la subida del alquiler de la parcela; "se nota que ganamos menos por el hecho de que tenemos que pagar más por otro lado. Deberían ser precios más económicos", insistió el feriante José Carlos Nieto.

El salón de juegos 'El Melli' no ha sido tampoco uno de los más perjudicados, y así lo hacía ver uno de sus empleados, Sergio Castro, que subrayó que "no nos podemos quejar. Aunque hayan bajado las ventas, con la que está cayendo demasiado bien responden las personas que se acercan a la feria". Y con este optimismo también habló Olga Mezquita, propietaria del 'Mega Canguro', una de las atracciones más simbólicas. "La crisis está clarísimo que se nota, y quien diga lo contrario miente; pero si es cierto que los que deciden venir a la feria se gastan el dinero. Así que, tal y como están las cosas, tampoco ha sido un año alarmante con respecto a pérdidas".

Concluyendo, que la famosa crisis no para de cobrar protagonismo allá por donde va y por este motivo, la mayoría de los feriantes la han erigido en responsable de los pocos beneficios obtenidos en la Feria del Caballo 2010.

 

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