Consumo

A por las 400.000 medias

  • Las bodegas prevén un ligero aumento del consumo de vino, siempre que el tiempo acompañe, tras los buenos resultados de la Feria de Abril

 No son medias de las que estilizan las piernas de las jerezanas, sobre las que sería difícil precisar el número aproximado de pares que pisan la Feria, sino las previsiones más moderadas de las bodegas, que no ven demasiados problemas a priori para igualar la cifra de 400.000 medias botellas del consumo medio de los últimos años.

El vino de Jerez cobra especial protagonismo en estos días, en los que las bodegas ven incrementadas las ventas por la concurrencia de las fiestas de la primavera andaluza, que sirven también de plataforma de promoción para los caldos jerezanos dentro y fuera de sus fronteras originarias por la gran repercusión mediática que tienen las ferias, en particular la sevillana de Abril y la jerezana del Caballo.

Por los datos de las bodegas, la cita de Sevilla se saldó este año con un resultado óptimo, que se traduce en leves incrementos del consumo con una punta de hasta el 7% más en el caso del fino ‘Tío Pepe’, y eso que el recinto de Los Remedios es territorio de la manzanilla.

En su casa, Jerez, el fino de los González, patrocinador de la Feria, confía en mantener la línea ascendente de Sevilla, siempre que las temperaturas no sean demasiado extremas, ya que el exceso de calor ahuyenta el consumo de vino, al menos a palo seco, ya que el rebujito compensa en cierta medida la posible merma de las ventas.

Desde su atalaya del antiguo templete municipal, sede de la caseta de González Byass, el ‘Tío Pepe’ se hace visible en el González Hontoria, donde tendrá presencia en más de 180 casetas instaladas de las poco más de 200 instaladas en el Real. La bodega hará especial hincapié en su servicio a temperatura helada o muy fría a través de la campaña ‘Tío Pepe on ice’, que se identifica por las banderolas azules.

El objetivo inicial ronda las 12.000 cajas de nueve litros, es decir, cerca de 110.000 litros de ‘Tío Pepe’ que es, con diferencia, el vino más vendido en la Feria del Caballo, consecuencia lógica del esfuerzo que realiza la firma jerezana por esta cita. Y los precios se mantienen respecto a la anterior edición. El fino de los González también ocupa lugar destacado en las pruebas hípicas que discurren en paralelo a la celebración de la Feria, en la que la bodega atenderá distintos compromisos comerciales con la recepción a clientes de distintos rincones del mundo.

Mucho más ambiciosas son las previsiones de Estévez, que tras ampliar considerablemente su presencia en la Feria, apunta a un incremento del consumo del fino ‘Tío Mateo’ de entre el 20 y el 25%. El fino de las bodegas Estévez estará en 65 casetas en el Real, a través de las que esperan vender 10.000 cajas de 12 medias botellas, en este caso de 4,5 litros cada caja.

El ‘Tío Mateo’ recupera algo de precio este año, en torno al 5%, y estará acompañado en el González Hontoria por el fino ‘Inocente’ de Valdespino –también propiedad de Grupo Estévez–, en este caso con un consumo estimado de 600 cajas de 12 medias botellas y presencia en 10 casetas. 

‘La Ina’, otra de las marcas insignes de fino, actualmente bajo titularidad de Lustau –Grupo Caballero– puede encontrarse en una veintena de casetas y sus estimaciones de consumo rondan las 2.000 cajas.

En el caso de Williams se invierte la tendencia, ya que su ‘Canasta Cream’ es el vino más vendido en Feria, por delante del Dry Sack fino. Los Medina han cerrado acuerdos de exclusiva en una decena de casetas y sus productos competirán con los de otras bodegas en 25 casetas más. Las previsiones de ventas son de 2.000 cajas de nueve litros de Canasta y la mitad, un millar, de Dry Sack. Los precios también se mantienen en línea con de la última edición.

En Beam, la antigua bodega Domecq, el protagonismo se lo reparten el ‘Terry Fino’ y el ‘Bristol Cream’ de Harvey’s, que tendrán presencia en su caseta del Castillo y en alguna más, aunque de forma puntual.

Otras bodegas, de menor tamaño, también tienen su parroquia de fieles en el Real, caso de Real Tesoro, Martín Hidalgo, Rey Fernando de Castilla..., mientras que Garvey ha visto mermada su presencia desde que entró en concurso de acreedores.

Las previsiones de las bodegas, en líneas generales, coinciden con las del Consejo Regulador, cuyo director general, César Saldaña, espera un ligero repunte del consumo pese a la difícil coyuntura económica. “Si respeta el tiempo, será una buena Feria”, explica el responsable de la institución jerezana del vino, el mismo que apunta que se llegará a la cifra redonda de 400.000 medias botellas “sin demasiados problemas”.

“Lo principal es que no llueva para que la gente vaya a la Feria y que, una vez en el Real, no haga demasiado calor, aunque cada vez más casetas instalan aire acondicionado, con lo que reduce los efectos de las altas temperaturas en el consumo del vino”, apunta Saldaña, quien recuerda además que la Feria, desde la pasada edición, cuenta con un día menos tras el aplazamiento del tradicional alumbrado del domingo al lunes.

El Consejo Regulador colabora con las bodegas en la recepción de clientes preferentes de las mismas, por ejemplo grupos de Francia, Reino Unido y hasta de Nueva Zelanda, señala Saldaña, quien por lo demás señala que el Consejo no desarrolla ninguna otra actividad excepcional en la Feria, ya que ésta funciona sola.

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