Feria de Jerez

Los mil y un detalles del Real

  • Centenares de personas ultiman los preparativos en un González Hontoria repleto de carteles y currículos de personas desesperadas por encontrar trabajo la próxima semana · La luz regresa a los 'cacharritos'

En 'La Casa del Pueblo' huele a Feria desde el pasado lunes, y eso que oficialmente la fiesta no comienza hasta el domingo a las diez de la noche con el tradicional alumbrado. Mientras que en el resto de las 220 casetas que conforman el Real los trabajos siguen en marcha a mayor o menor ritmo, aquí lo tienen todo prácticamente listo. La cocina funciona con un menú de preferia más que atractivo para atraer a las muchas personas que en estos días trabajan a contrarreloj para construir esta singular y efímera ciudad en el González Hontoria.

"Es la primera vez que abrimos tan temprano", cuenta José Luis Berrocal, la persona que lleva la caseta. "Con esto de la crisis nos hemos animado a hacerlo. Somos los únicos que tenemos luz y además ofrecemos un menú del día muy económico, y eso anima a los que están montando la Feria a pasarse por aquí en lugar de irse a un bar. Además, tenemos ya montado el cuarto de baño y eso las mujeres lo agradecen, porque así no se ven en el aprieto de tener que orinar en cualquier lado".

Destaca la cantidad de currículos que forran la pared, aunque por el Real también hay gran cantidad repartidos. "Estos son pocos para las personas que han venido aquí. Por lo menos 200, y para pedir trabajo de lo que sea: de camareros, de cocineros, para guardar la caseta por las noches... Da miedo". Berrocal no se aventura a decir cómo cree que se va a presentar la Feria. "No sé, la crisis se sigue notando. Antes venía la gente y se gastaba cien euros en comer y beber y ahora sólo 30. Lo que pasa es que eso en la cocina no se nota, porque la comida la tenemos que comprar igual. Lo malo es que luego tengamos que tirar las gambas porque nadie las pida. Nosotros vamos a mantener por quinto año los precios. Con este panorama no se pueden subir".

Los coches de cuatro ruedas pueblan ahora las calles del Real, aunque en unos días serán los de caballos los que den belleza y señorío a la Feria. Igualmente, los monos de los pintores, electricistas, carpinteros, fontaneros, repartidores y jardineros serán sustituidos por los trajes de flamenca y de traje corto en apenas 48 horas. Además, ayer se hizo la luz. Primero en los cacharritos, donde los feriantes criticaban el miércoles los problemas que les suponía la falta de suministro, y después, en el alumbrado, que ayer se probó en parte para corroborar que todo estará listo el domingo.

En la caseta de Ikea, cercana a la de La Casa del Pueblo, un joven se afana, instrucciones en mano, en montar una mesa como las que vende la multinacional del mueble. Al entrar, hacen una pregunta que se repetiría en otras tantas. "¿Buscas trabajo? Perdona, pero es que en estos días todos los que vienen por aquí vienen a lo mismo". Genaro Galán es el que se encarga de dirigir los trabajos de decoración de esta caseta que por segundo año figura en el Real y que en 2010 ya se llevó un segundo premio en el Concurso que organiza el Ayuntamiento. "La fachada es prácticamente la misma con algún detalle nuevo, representando la tradicional casa sueca, aunque el interior sí será diferente, todo en base a la línea de Ikea, desde el suelo hasta el mobiliario".

En el templete de González Byass ayer por la tarde ya empezaban a montar los tradicionales farolillos que lucen en el techo. Paco Gandón, responsable de la caseta, indica que este año habrá música en directo todos los días y que González Byass estará representada este año en más del 95% de las casetas, destacando que en Sevilla también se vuelven a abrir paso poco a poco.

En la glorieta central de la Feria, jardineros municipales ponen los últimos tepes de césped, a los que se unen petunias de color morado y gazanias, mientras que arriba, subidos en grúas, operarios de Iluminación Ximénez dan los últimos retoques al espectacular nuevo alumbrado del Paseo de Las Palmeras. Manuel Tenllado, supervisor de la empresa, indica que se han instalado exactamente 34 pórticos bóvedas divididos en dos paneles de 17x2 metros. "Es la primera vez que se instala en una Feria, aunque en Valencia, para las Fallas, ya se pusieron dos. Es algo absolutamente majestuoso y lo más novedoso en cuanto a alumbrado", afirma orgulloso. Desde luego, las bóvedas han supuesto un gran trabajo de ingeniería. Ahora bien, ¿gustará al jerezano, más acostumbrado al tradicional alumbrado? "Estoy convencido de ello", señala. "Sólo hay que ver la altura que tienen y el espectacular efecto que crean". En cuanto a sí en años venideros se ampliará este tipo de alumbrado a otras calles, Tenllado lo descarta ya que "hay que diferenciar la principal del resto, así ocurre en todas las ferias".

Algo novedoso es lo que intentan crear también en 'La Garrocha', enclavada en el Paseo de las Palmeras. Nada menos que un jardín vertical en la portada, según explican las diseñadoras Mayka Sambruno y Cristina Romero. "Vamos a usar elementos naturales con inertes. Emplearemos cuatro tipos de plantas trepadoras y cuatro con flores combinándolas con cañizo, tela de saco, brezo y césped artificial", indican. Alberto Piña, paisajista, explica que el tipo de flor que se utilizará será "muy colorista, lo que pide la Feria".

Pero si por dentro el trabajo es frenético, no menos lo es en los alrededores del Hontoria. En el Paseo de la Rosaleda ayer se podaban los árboles mientras los feriantes montaban sus puestos de comida. Los amantes de las hamburguesas pueden estar tranquilos porque 'La Tere' ya estaba ayer instalando su célebre tartana. Bueno, exactamente 'La Tere' no, sino su nuera, Paqui García. Hasta el lunes no veremos por aquí a la que nos vende los bocadillos como le da la gana, ya que de momento está en la Feria de Sevilla. "Cuando venga, le diremos del tirón que se acueste, porque está 'reventaíta'", dice Paqui. Son ya 30 años los que llevan vendiendo hamburguesas, perritos y bocadillos, y ahora también 'nuggets' y patatas fritas. "Antes no las vendíamos y ahora tenemos tres freidoras". Renovarse o morir. ¿Se nota la crisis o ha beneficiado a los puestos de comida rápida? "Se nota", afirma Paqui. "De momento en Sevilla la cosa está flojita, y si allí va floja, eso se traduce luego en todas las ferias".

En unas horas, las comidas de preferia empezarán a animar el Real. Las sevillanas y el fino correrán como la pólvora. Comienza lo bueno. Salud, moderación y aguante. Que usted lo disfrute.

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