Paco Bonilla es el churrero de La Plata. ¡Se trata de toda una institución, una especie de alcalde de barrio, que al igual que despacha churros se erige en ojo avizor del entorno! Desde su mostrador y el de su querida esposa, Mari Carmen Soto, han salido churros para Sabina, José Mercé y el Real Madrid de Butragueño, Míchel y resto de integrantes de 'La Quinta'.

- ¡Su churrería parece la estación de Atocha! Por allí ha pasado media España...

- Hasta el bueno del 'Beni', que venía a que le despachara para que le hiciera compás y bailar. (Rompe la entrevista el bueno de Paco y empieza a moverse al compás , provocando que no pocas miradas se centren en su compás)

- Con 65 años ya... y a punto de jubilarse...

- ¡No me dejan! No me queda otra que seguir al frente del cañón, con dos ictus y un infarto que tengo encima. Pero aquí sigo, para ayudar en lo que sea y a quien sea. Me quedan 50 años más, amigo mío...

(A todo esto Paco llama a su esposa. Se ve que se ha 'escapado' y yo le aseguro a ella -él me la pone al móvil- que está siendo entrevistado. La señora, amable donde las haya, queda conforme y Paco ve el cielo despejado).

- Las mujeres son...

- Yo sin mi Mari Carmen no soy nadie ("y ella sin mi tampoco", dice por lo bajini)

- Paco, lo peor de su trabajo es...

- Levantarte a las 'cinco la mañana'.

- ¿Y lo mejor?

- Días tristes, lluviosos, en los que gente leyendo el Diario hacen cola esperando para comprarte. ¡Sólo puedo darles las gracias desde el alma!

- Churros y Feria. Una dicotomía en toda regla. ¿O no?

- No es lo mismo. Mi aceite, es mi aceite, a ver si nos entendemos. Nada de manteca. Del de a 50 euros la garrafa. Lo primero de un buen churro es el olor del aceite, después viene el sabor, el punto...

- A fin de cuentas unos churros son harina, agua y sal...

- Eso es lo que se cree usted. Tienen su secreto. La porra madrileña no lleva más que bicarbonato y levadura. ¿Y qué pasa? Pues que pagas aire a precio de churro. Y de eso aquí nanay.

- ¿Los mejores churros son de...?

- De Jerez... y los de la plaza de abastos de El Puerto. ¡Y punto!