Memoria me dio 'pa' ti... Farruco

"Ahora crean el baile como si fuera plástico"

  • "El flamenco de hoy es menos puro que el de antes cuando sólo se cantaban cantes grandes no tonterías facilonas como las de hoy", zanjaba el bailaor.

Pronunciar el nombre de Farruco es, en el baile flamenco, como un sinónimo de culto. Sí, decir Antonio Montoya Flores 'Farruco' (1935-1997) es decir arte, es decir baile y es decir gitano. Sus sabias afirmaciones, aún teniendo en cuenta que han pasado casi cuarenta años, siguen teniendo parte de actualidad y para muchos, siguen siendo una especie de biblia. De entre sus múltiples entrevistas rescatamos dos del blog papelesflamencos, una publicada en Abc en 1973 y que firma Juan Luis Manfredi y otra de Manuel Bohórquez en El Correo de Andalucía de 1996. En ambas, Farruco denota una enorme personalidad en cada una de sus declaraciones diciendo las cosas sin rodeo alguno.

A pesar de que entre ambas entrevistas hay 23 años de diferencia, las dos coinciden en muchos conceptos, uno de ellos, el pesimismo, sobre el futuro del baile o el flamenco en general, muy común entre esas generaciones. En la primera, Farruco añora los tiempos de la Alameda y afirma que "todo el flamenco de hoy es menos, mucho menos puro que el de antes, cuando sólo se cantaban cantes grandes y no tonterías facilonas de las de hoy". No obstante, sí que reconoce que el flamenco de entonces "está mejor que antes, los artistas ganan más dinero".

Para reafirmar su explicación recurre a un ejemplo: "Mira, cuando yo era joven había en el baile figuras como Juan El Pelao, Tomás El Chaqueta, Quino de Morón, La Malena y Pastora Imperio; hoy sólo se puede hablar de Matilde Coral y de Trini España. ¿Te das cuenta la diferencia?", pregunta al periodista.

La entrevista de Abc descubre también la particular distinción que hace Farruco sobre bailaor y bailarín. "El bailaor es más robusto, más campero, mientras el bailarín es más suave, más femenino, más técnico". Además, asegura que "el bailaor puede hacer lo del bailarín, mientras que este nunca podrá hacer lo del bailaor".

Años más tarde, ya en 1996, el gran maestro mantiene ese talante directo, y habla sin tapujos del baile de entonces en la entrevista de El Correo. Al preguntarle sobre el baile de los jóvenes, afirma con contundencia: "No me gustan que bailen en pelotas como bailan algunos. Es más, me gustaría que hubiera que examinarlos como se hacía en mis tiempos, y que tuviera que examinarlos yo. A unos los iba a mandar a partir leña a Guinea, y a otros a lavar ropa de legionarios".

Su opinión sobre lo que algunos denominan evolución del baile también era sugerente. "Bailar clásico español o baile pop sobre un ritmo de alegrías o soleá no es evolucionar ni nada. No me gusta los que hablan de evolución y fabrican el baile como si fabricaran plástico. Si no hay esencia, sabor, memoria y arte, todo es plástico, mentira... mucho estudio y mucho ensayo".

Al echar la vista atrás, Farruco considera que "en otro tiempo había mejores escuelas" y cita a maestros como "El Estampío, Carito, Frasquillo, La Avendaña..." Lo hace para criticar una de las modas de la época, que todavía pervive. "Las mujeres quieren bailar con más fuerza y más cojones que los hombres y los hombres quieren bailar con feminidad (...)"

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