Un poco de historia

"Ahora hay muchos flamencos de pan y pescao"

  • "Con ocho años ya tocaba la guitarra para mantener a mi madre", comentaba el tocar en una entrevista en el desapercido periódico La Voz del Sur

Javier Molina y Manuel Morao.

Javier Molina y Manuel Morao.

El maestro de los maestros de la guitarra de Jerez ha tenido y tendrá nombre propio: Javier Molina Cundí. De él bebieron todos los que en años sucesivos conformaron el panorama guitarrístico, fue sin duda el padre de muchos tocares que hoy día siguen manteniendo viva su escuela. 

Su vida la conocemos en parte gracias a Augusto Butler, su biógrafo, gracias al que nos han llegado algunas de sus hazañas. Otras las encontramos en escasas entrevistas, la mayoría de ellas cuando ya había superado las ocho décadas.

En una de ellas, publicada en La Voz del Sur en 1950 por José María Cepero, Javier Molina cuenta que con "ocho años ya tocaba la guitarra para mantener a mi madre, y ahora (en ese momento cuenta el periodista que tiene 82 años) para mantener a mi hija".

Molina sólo tuvo esa profesión durante toda su vida, algo que recuerda orgulloso. "La guitarra ha sido toda mi vida. ¡Sesenta años tocando! He ganado con ella mucho dinero...lo he gastado también".

Evidentemente, el 'Brujo de la guitarra', como le definió Fernando el de Triana, tenía especial admiración por su amigo Antonio Chacón, con el que actuó en infinidad de pueblos y ciudades. Para él, Antonio "era el mejor, el más completo". En esa entrevista, el propio Javier Molina hace alusión a algo que hoy día sigue generando controversia, la lápida existente en la calle Cazón y en la que se especifica que fue allí donde nació Chacón, algo que el guitarrista rechazaba: "Antonio nació en la calle el Sol número 60". "Se equivocaron, que me hubiera preguntao a mí. Allí vivió Chacón con un tío suyo pero no nació allí", continúa.

Como artista acompañó a los más grandes, desde Chacón hasta Manuel Torre pasando por "Tomás el Nitri, al Caoba, al señor Manuel Molina, a Paco la Luz, al Loco Mateo, el Chato de Jerez, los hermanos Marrurro, La Serna, Cabeza, Frijones y otros muchos, cuyos nombres harían una lista interminable. Entre ellos a Juan Breva, al Canario, Fosforito y al Mezcle, que valía un cortijo cantando y era muy gracioso", cuenta a Juan de la Plata en una entrevista al Dígame.

En su faceta de docente, reconocía haber enseñado a muchos: "Enrique El Mellizo, Enrique Ortega, Fernando Ortega, 'El Mezcle' -porque era albañil-, Antonio El Portugués...A Lolita Flores le  enseñé a bailar yo cuando tenía 15 años. Le enseñé a concertar el baile con la guitarra (...). Vale mucho Lolita, vale mucho".

No obstante, en referencia a la guitarra estrictamente dice: "Desde que me retiré, hace seis o siete años, no hago otra cosa que dar clases de guitarra. Antes ya enseñé a una hija de Bombita III y a otra de Morenito de Algeciras; después de dejar los escenarios he enseñado a varios que hoy son profesionales, entre ellos, el Lápiz, Palma y los hermanos Moraíto".

Sobre los mejores de aquella década los 50 responde: "De tocaor Niño de Huelva, y de cantaoras la 'Niña de los Peines'". En esa misma conversación afirma, al ser preguntado sobre si ha degenerado el arte, que "ahora hay muchos flamencos de pan y pescao".

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