La crítica

Silencio, toca Morao

  • David Carpio, María Mezcle y Moraíto, protagonistas de una noche mágica

Eran las ocho menos veinte de la tarde noche. David Carpio apareció por Villavicencio con El Bo y Chícharo siguiéndole de cerca. La sala calló. Todos acechaban a la puerta para ver al que indirectamente se convirtió en protagonista del día, Moraíto. Al fin, Manuel, guitarra en mano y con sombrero, avanzó hacia el escenario. A su par, Diego Carrasco y Rafael Agarrado. La ovación fue abrumadora y las miradas se centraron en el maestro que se apoyó en las tablas mientras David abría fuego.

Por tonás. De pie, el jerezano entonó la primera letra. Llevó el cante a su terreno y concluyó con mucha fuerza. A continuación,   dedicó la actuación a Morao, “va por él, para mí esto es un sueño”, dijo, mientras el público aplaudía desaforadamente al guitarrista. “¡Monstruo!”, se oyó.

La sonanta comenzó a rugir. El Romance del Conde Niño fue lo siguiente en el repertorio de David Carpio. Se rebuscó como pudo y arrancó algún que otro alarido primitivo. En sus genes esconde el cante ancestral y ayer lo volvió a patentar.

Poco a poco el joven artista fue recuperando el protagonismo. De pronto, el silencio se apoderó de Villavicencio. Morao afinaba tocando una y otra vez el clavijero de su sonanta y el público le observaba impávido. Morirme quisiera/y escuchar tus dobles... Seguiriyas de Jerez que David supo manejar como quiso, templando los tercios. Fue sin duda uno de los mejores momentos que dejó el jerezano, entregado desde el principio. Guitarra y cante conexionaron bien y el ambiente de expectación que durante toda la tarde rodeó a Moraíto cesó por un instante. El macho, de Paco la Luz, salió bordao y llevando el nudo a la garganta de más de uno.

Se pasó entonces a los fandangos, quizá lo más flojo del repertorio del cantaor. Apuntó tres letras, dos de Cepero y una con claro acento caracolero, a cuyo remate llegó algo asfixiado.

Sin embargo se rehizo. Sonaron entonces las palmas del Bo y el Chícharo y la guitarra de Morao se vino arriba. Parecía que la bulería le daba fuerzas. David exhibió su conocimiento. Bulería corta de Jerez, cantes de La Plazuela, siempre con ese dejillo salvaje que ostenta. Fue un final acorde con la noche. Como era de esperar, la gente despidió a guitarrista y cantaor por todo lo alto.

Previamente, María Mezcle también había llamado a la puerta del éxito. Lo hizo a su manera, cantando sistemáticamente y derrochando esa fuerza y poderío que le precede. La sanluqueña representa a un tipo de cantaora que se estila mucho en el flamenco actual. Todo lo hace perfecto, desde el primer ayeo hasta el último, desde el macho de la seguiriya hasta la farruca. Sabe ejecutar el cante, modular la voz y atesora hechuras de artista hasta en la forma de sentarse o de vestir.

Como en todo, este modelo tiene detractores y defensores. Mientras unos prefieren el cante de pellizco, otros abogan por esta opción, de estilismo exacerbado y metodología rigurosa porque cuando se hacen las cosas bien vale igual uno que otro.

María se lanzó al ruedo por farruca, algo de agradecer porque no es habitual escuchar este tipo de palos en este ciclo. Maravillosamente guiada por la sonanta de Manuel Valencia, la joven se metió al público en el bolsillo con una actuación brillante y en la que posiblemente fue de más a menos.

Tras su original farruca, interpretó caracoles, en otra ostentación de garganta y facultades. Tal fue su magnitud que el público ya aplaudía antes de rematar el cante. Seguidamente hizo seguiriyas. Aquí oímos a un Manuel Valencia espectacular, con esas falsetas clásicas de Manuel Morao en las que pulgar e índice pulsan las cuerdas a la misma velocidad. María las remató bien y encaró su último escollo. Eligió bulerías y aunque puso toda la carne en el asador, nunca consiguió conectar con la sala y eso que se desprendió con una amalgama de estilos festeros.

Cante María Mezcle

Ficha técnica. Cante: María Mezcle. Guitarra: Manuel Valencia. Palmas: Luis y Ali de la Tota. Percusión: Nacho Tsoru. Lugar: Palacio de Villavicencio. Día: 3 de marzo. Hora: 19,00 horas. Aforo: Lleno.        

Cante David Carpio           

Ficha técnica. Cante: David Carpio. Guitarra: Manuel Moreno ‘Moraíto’. Palmas: El Bo y Chícharo. Lugar: Palacio de Villavicencio. Día: 3 de marzo. Hora: 19,00 horas. Aforo: Lleno.

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