Si algo se merece Mariemma es que continúe su legado. Se lo trabajó toda su vida, y ahora disfruta en la Gloria de aquello que sus pies y su mente parieron, con espectáculos, por ejemplo, como el que ayer se desarrolló en la Sala Paúl. La Compañía Larreal, del Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma, se deshizo en honores 'con' la bailarina y coreógrafa española a través de su 'Selección de coreografías de flamenco, escuela bolera y danza española'. Una veintena de bailarines, jóvenes talentos de los talleres de esta Compañía, tejieron sobre el escenario, durante algo más de una hora, un bordado programa que abarcaba desde el virtuosismo hasta el éxtasis. Entre medias sólo había espacio para el embobamiento absoluto del personal asistente, los aplausos y el desparrame de piropos a los artistas.

Lo de Larreal es mucho más que hilvanar los estilos uno detrás de otro sobre un escenario. Lo de esta Compañía se llama hacer el amor con la danza, en cualquiera de sus vertientes. Un acto incandescente lleno de preliminares, a cual mejor, 'Recuerdos, aires de Villa y Corte', '3 de plata', 'Fandango del Candil', 'Romanza', 'Elegía', 'Amor y Punto' y 'Retrato'; con el culmen, la mayor elevación posible de la noche, con 'Omega' de Morente y Lagartija Nick. Algunas de las piezas más representativas de José Antonio, José Nieto, Emilio Ochando, Mariemma, Malena Mexía, Ángel Rojas, Carlos Rodríguez, Arantxa Carmona, Antonio Pérez, Manuel Liñán... Con la música de José Nieto, Jurado e Ibáñez, Gustavo Durán, Eduard Elgar, Emilio de Diego, Javier Montes, Sis Som... Un acto pleno muy bien aliñado además por la iluminación y el vestuario, con una protagonista, olvidada a veces en otros espectáculos, la castañuela. Su presencia fue casi constante sobre el escenario, una forma de hacer patente las tradiciones, de la mano de estos bailarines -que rondaban entre los 17 y 21 años-, todos del último curso, y que entregaron el fruto de un intenso trabajo, con una técnica y expresividad apabullantes, tanto individual como en conjunto. Un solo y un todo con un único lenguaje, la danza.

Y es que es de agradecer que el Festival de Jerez haya dado cabida a este espectáculo porque, tal como dijo Ana López en su presentación, "es descorazonador que algo tan nuestro y que no podamos encontrarlo en ninguna parte del mundo, esté un tanto en el olvido". Sin duda, esta primera visita de Larreal al certamen jerezano dará mucho que hablar, aunque haya sido en la Sala Paúl, un escenario quizás un poco pequeño para la propuesta que se presentaba, pero que los bailarines hicieron suyo desde el inicio.

Una de las mejores puestas en escena que ha pasado estos días flamencos por la ciudad, una cita enmarcada en la recuperación de las raíces, con una alargada sombra a la que arrimarse. Aire fresco para el corazón.

Baile

Compañía Larreal.

Coreografías de flamenco, Escuela Bolera y Danza Española

Bailarines: Alba Expósito, Hsue Yu- Hsien, Laura Fúnez, Laura Casasolas, Vanesa Rodríguez, Inés García, Sou Jung Youn, Rebeca Toribio, Rocío Izcarra, Beatriz Otero, Daniel Ramos, Carlos Romero, Juan Berlanga, Alejandro Lara, José Alarcón, Jose Luis Torá, Sergio Rodríguez, Víctor Martín, Juan Cruz, Alejandro Cerdá, Alejandro Muñoz. Dirección: Mar Mel. Dirección artística: Ana López. Producción y gestión: Arantxa Carmona. Regiduría: Gloria López. Diseño de luces: Olga García (A.A.I.) y Agnethe Tellefsen. Iluminación: AgnetheTellefsen. Ayudante de sonido: Paco Pozo. Vestuario: Carmen Granell.