La Crítica · Sala Compañía

La querencia de una tierra

  • Pedro 'El Granaíno' forma parte de esa generación de artistas que profesionalizan, aún más, el flamenco en cada actuación.

Si por algo Jerez debe estar agradecido a su festival es porque ofrece una programación  tan rica que permite disfrutar de cantaores poco o nada habituales fuera de la muestra, alejados del circuíto frecuente de las peñas flamencas y con los que no cuentan en Viernes Flamencos o Fiesta de la Bulería.  Caso de Pedro 'El Granaíno', protagonista de la medianoche del pasado sábado en la Sala Compañía, que trajo un recital de cante bajo el título 'Tierra' y que forma parte del ciclo 'De la raíz'. Pedro aseguró que "le debo mucho a este Festival ya que me dio la oportunidad de empezar mi carrera en solitario".

 

Este espectáculo se traduce en el respeto que el de 'Graná' procesa a todas las regiones andaluzas, sintiendo a éstas como propias cuando cruza Despeñaperros. 

Este cantaor forma parte de esa generación de artistas que profesionalizan, aún más, el flamenco en cada actuación. También han actualizado registros y estilos de cantes que estaban en desuso y que recuperan desde una perspectiva más contemporánea. 

 

Y eso se ve en la manera de presentarse en el escenario. Elegante y cuidando los detalles, sin dejar de ser natural y cercano. Abre su recital con la 'Nana del caballo grande', una semblanza musical en homenaje a Camarón de la Isla. Pedro posee un registro que se acerca al del artista de San Fernando- siempre  añorado- , y al que ha hecho honores en el espectáculo 'Eterno Camarón' que ha recorrido parte de España. Al son del teclado de Cristian de Moret, quien luego además lo acompaña con el bajo eléctrico, abre el telón de manera inquietante. 

 

El momento más brillante de la noche llega pronto, con la soleá, en la que hace un pequeño viaje por tierras de Alcalá, Triana y Cádiz. Se acuerda de Manolito de María, y el guitarrista José de Pura hace las delicias en el acompañamiento con un pulgar de oro y esperando al cantaor, sin molestarlo en ningún momento.

 

 También estuvo acertado en las seguiriyas de especial dramatismo, al estilo de Cagancho, haciendo un guiño de nuevo a Camarón y rematando la faena con el macho atribuido a Tomás Pavón. Prosigue su recital por bulerías conocidas como 'Dicen que para cantar' en las que imprime compás y musicalidad, y vuelve a mencionar a cantaores referentes como Chocolate o Caracol. 

 

Invita al escenario a Juan Carmona 'El Camborio', paisano con el que interpreta granaínas hilvanadas con un fandango del Carbonerillo. El hijo del maestro de la guitarra granadina, Habichuela, aprovechó la ocasión para interpretar en solitario un tema en el que combinó estilos con mucho sabor a ritmo de tangos y rumbas. 

 

Como no podía ser de otra manera realizó una larga tanda de tangos de 'Graná' y algunos del maestro Morente, quizás un tanto redundante en ese aspecto. Para concluir y ante la petición del público, improvisó una tanda de fandangos con el acompañamiento de ambos guitarristas y en el que destacó uno de ellos recordando a Manolo Caracol.

El respetable siguió pidiendo un bis por bulerías al que el cantaor no pudo responder por falta de tiempo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios