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Memoria me dio 'pa' ti... Tío Juane

"La seguiriya de Manué es la más difícil"

  • "Los cantes que hago los escuchaba a un tío de mi madre, Paco la Melé, que cantaba mucho por martinetes en la fragua", comentaba Tío Juane en Diario de Jerez en 1984

Hablar de Juan Fernández Navarro 'Tío Juane' (1920-1995) son palabras mayores en el flamenco jerezano. Sólo su nombre nos traslada al sonido del yunque y el martillo y al olor de la fragua, en la que trabajó durante toda su vida.

Dicen de él que fue una persona de gran corazón y que siempre llevó la bandera de la humildad por delante. En una entrevista de Juan de la Plata en el suplemento de televisión de Diario de Jerez en diciembre de 1984, Juan se cataloga como "un aficionado, no soy cantaor ni na. Me gusta el cante y los cantes que hago de martinetes son de la fragua, donde he trabajado toa mi vía".

Cuando se le preguntaba por la procedencia de sus cantes, Tío Juane recordaba que "yo se los escuchaba a un tío de mi madre que era Paco la Melé, que cantaba mucho por martinetes en la fragua".

El patriarca de los Fernández no ocultaba su predilección por Manuel Torre al que de niño "escuché en un campito con la bailaora Juana Reinoso. Fue la primera vez que escuché a Manué cantá aquello por alegría de 'un duro le di ar barquero...'. Aquella gitana comenzaba entonces a bailar por alegría y la gente se rompía la ropa. Yo era un chiquillo y decía '¿Esto qué es lo que es, se están peleando?".

Siguiendo con Manuel Torre, Tío Juane afirmaba que "las seguiriyas de Manué son las más difíciles que se pueden hacé, porque son muy duras de hacé".

También tenía especial devoción por Antonio Mairena, su segunda preferencia en su particular escalafón. "Antonio es el que ha conservao una pureza grandísima, ha conservao to los cantes, desde Cai hasta Triana".

Del flamenco y el cante de aquella época, es decir, hay que situarse en la década de los ochenta, Tío Juane hablaba en positivo, aunque dando a entender que eso que ahora conocemos como flamenquito ganaba cada vez más terreno. "El cante flamenco está ahora en un lugar que casi cada uno ponemos nuestro granito de arena puede que se saque del socavón donde está metío. Los que están en primera fila se están dando cuenta que han cogío la verea distinta, y van a tener que volver a coger la verea derecha".

A pesar de todo, el cante para él era "una necesidad", es más, en una entrevista a la revista Sevilla Flamenca, realizada en octubre de 1986 y que se puede consultar en el blog papeles flamencos, esgrime que "yo canto porque macuerdo de la miseria, de los sufrimientos que he pasao, y por los sentimientos que tengo, que pa mí es una necesidad".

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