A las nueve de la noche de hoy, el Villamarta se vestirá de lunares. Será la vuelta de Manuela Carpio al corazón del Festival de Jerez, un lugar en el que no ha tenido nunca su sitio como solista. Ahora, tras dos pasos fugaces por la Sala Compañía en 2006 y en 2012, la bailaora jerezana retorna al punto de partida para estrenar ‘Al compás de mi gente’. “Tenía muchas ganas de estar en el Villamarta porque me siento con capacidad y con la madurez suficiente como para tener mi propio espectáculo”, aseguraba ayer en San Ginés.A pesar de llevar en esto media vida, la Carpio vive estos momentos previos al estreno “como una niña el día de Reyes. Así estoy, quiero disfrutar, por eso los nervios, los malos ratos y todo eso los estoy dejando a un lado. Hasta en los ensayos estoy intentado que esto sea diferente”, recalca.Volver a Villamarta supone también un renacer, “es como si estuviera empezando de nuevo”, reconoce. “El otro día estuve en el teatro para firmar los contratos y pedí permiso para estar sola en el escenario. Me puse en medio y tuve un buen presentimiento. Me sentía como si estuviera en casa porque para mí es importante actuar en ese sitio donde han bailado los más grandes”.Fiel a su manera de concebir el baile, ha preparado un montaje “hecho a mi manera. Si te digo la verdad, al principio, pensé en contar con algún coreógrafo que me ayudara, pero luego me di cuenta que no iba a ser yo, ya no iba a ser Manuela Carpio. Decidí seguir siendo yo, la niña que mi mare parió, Moneo Carpio, y darlo todo ahí encima”. Su concepto del baile lo componen pocos elementos. “Yo soy de guitarra, cante y palmas, sin cajas ni nada eso. No quiere decir que no me gusten otras cosas que se hacen ahora, pero es que yo no sé bailar a esas cosas modernas”.Le arropará su “equipo de gala” como ella dice, un equipo que incluso ha reforzado de cara al Festival. “Viene toda la gente que me acompaña siempre, Enrique El Extremeño, Juan José Amador, Juanillorro y Manuel Tañé, sólo me falta El Quini que no ha podido estar por motivos de trabajo. Luego estará también la guitarra de Juan Diego, que me conoce como nadie y sabe cuándo estoy bien o mal, y he incorporado a JuanRequena”. Junto a ellos, dos artistas invitados, Tomasa La Macanita y Diego de la Margara, que pondrán también sus aportes al montaje. En un panorama flamenco en el que la evolución e incorporación de nuevos elementos es una constante, Manuela Carpio no se siente un bicho raro, “al contrario me siento como una privilegiada. Yo defiendo un baile tradicional y aunque ahora el flamenco que vivimos se inspira en escritores, en libros y en otras cosas, tampoco lo veo mal, y no voy a ser yo la que diga de este agua no beberé porque el trabajo es el trabajo y algún día quién sabe. Ahora mismo mi baile es así y no me veo un bicho raro”. En su regreso a la primera línea, confía contar “con el arrope de mucha gente de Jerez. Está claro que el Festival lo mantienen los cursillistas, pero a mí me gustaría que mis paisanos estuvieran ahí también”.En ‘Al compás con su gente’ Manuela Carpio bailará por alegrías, soleá y bulerías, en un fin de fiesta que asegura será “apoteósico, como si estuviéamos en casa y con compás de Jerez”.