Jerez

Abandono total

Un auténtico desastre. Eso es lo que se puede observar en el concesionario abandonado de Seat en la avenida Tío Pepe, que durante las últimas semanas ha sido objeto de numerosas denuncias por parte del Ayuntamiento para que sus dueños procedan a la limpieza y cerramiento del mismo debido a la cantidad de actos vandálicos que se han producido en su interior. Requerimientos por parte del Consistorio que se repetirán durante esta semana tras la visita de la alcaldesa a las instalaciones junto a técnicos municipales a finales de la semana pasada, y que podrían acabar desembocando en acciones legales contra los responsables.

Estos actos delictivos que denunció el gobierno municipal tenían como objetivo hacerse con cualquier cosa de valor tales como cables, ventanas y recambios de coche que pudieran encontrarse en lo que antes fue una tienda de coches y que ahora no es más que una nave semiderruída en plena ciudad.

Tras los muchos incidentes que se han registrado dentro de la misma, poco queda ya que pueda ser de utilidad o que tenga un aspecto presentable en la instalación. Sin embargo, si se entra en el antiguo concesionario, se pueden ver cajas y cajas de documentación privada que corresponden al periodo entre el 2003 y el 2013. Nada más acceder se pueden observar en el suelo informes de alquileres de turismos, con los respectivos datos y documentaciones personales de los arrendatarios. En otra zona, la multitud de archivadores abandonados a lo largo de toda la nave incluyen contratos de trabajo de los antiguos empleados, acuerdos de publicidad y contratos de compraventa con todos y cada uno de los datos personales de los compradores, que se encuentran completamente al descubierto y a disponibilidad de cualquiera que quiera hacerse con ellos, con el peligro que esto conlleva, siendo algo denunciable a la par de perjudicial para las personas que aparecen en dichos papeles. Por esto, el Ayuntamiento va a requerir a los responsables de la marca a nivel nacional que procedan a su retirada inmediata. Además, desde fuera se puede observar que en la parte más alta del concesionario yacen pilas y pilas de cajas que parecen contener más documentación, aunque de carácter desconocido.

Asimismo, la gran cantidad de papel y desperdicios acumulados en diferentes zonas del antiguo concesionario incrementa de manera exponencial el riesgo de incendio, que vista las condiciones de la nave, sería prácticamente incontrolable.

En lo que al edificio se refiere, una simple mirada desde el exterior sirve para observar el mal estado de la misma. Las lunas que antes revestían la nave, pertenecientes a una clase especial de un alto coste, están o bien reventadas en el suelo, o arrancadas. De las pocas que quedan en pie, la mayoría están rotas, conllevando un alto peligro para los viandantes. Los perfiles de las paredes también han sido arrancados, en muchas ocasiones para hacerse con los paneles o cristales del exterior, mientras que algunas de las escaleras que comunicaban partes de la instalación entre sí ya no están en su sitio. Esto ha provocado que se vean salientes puntiagudos en la fachada, multiplicando el peligro hacia el exterior.

Una vez en el interior de la nave, los escombros se acumulan en grandes cantidades. Se pueden ver trozos del techo que se han caído, estanterías tiradas o incluso trozos de carrocería de coches que han sido abandonadas allí por los antiguos dueños del concesionario, que por ahora no han modificado nada del preocupante aspecto de la nave pese al aviso del Ayuntamiento.

Los desperdicios ocupan todo el espacio de la instalación, y los hay de todo tipo. Principalmente son papeles y recambios de coches tales como suelos de furgonetas, neumáticos o llantas, pero también se pueden encontrar cosas tan variopintas como juguetes infantiles o incluso revistas para adultos.

Al otro lado del concesionario, al que se puede acceder a través de una puerta de garaje levantada a la fuerza, se observan alcantarillas sin tapa y cocheras llenas de desperdicios de todo tipo, reafirmando la sensación de competo abandono y desvalijamiento de la instalación. Para más inri, las puertas laterales, que dan acceso al antiguo parking del concesionario, se encuentran abiertas, abriendo el paso a cualquiera que desee dar un 'paseo' por lo que algún día fue una zona de reparaciones. Allí, de nuevo, vuelve a haber un sinfín de papeles, en los que se puede observar toda la 'historia' de la actividad del concesionario, incluyendo de nuevo datos que deberían ser confidenciales pero que están al aire, sin que nadie haya puesto ningún cuidado en que no salgan a la luz.

Todo esto, en lo que un día fue un concesionario y hoy es tan solo es una instalación que contiene desperdicios, escombros y documentación. Un auténtico problema junto a la rotonda de la avenida Tío Pepe que entraña muchos peligros a las personas que habitan cerca del mismo y que es objetivo de los delincuentes de la ciudad.

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