Adopción en Andalucía

Resulta curioso que siendo España el país con más niños acogidos en orfanatos, sea al mismo tiempo, uno de los países con una mayor tasa de solicitudes de adopciones internacionales.

Es bien sabido, prácticamente de sentido común, que el mejor interés del menor es crecer en un entorno familiar, para que pueda construir y desarrollar el sentimiento de pertenencia a un hogar. Es, este sentimiento de pertenencia, la base del desarrollo de importantes valores que en el futuro les proporcionarán bienestar y satisfacción, tanto a ellos como a la sociedad en la que se desenvuelven, pues una sociedad próspera, es una sociedad formada por individuos realizados y plenos. Los centros especializados dirigen todo su empeño y esfuerzo en minimizar la ausencia de un entorno familiar, pero difícilmente pueden competir con la envoltura de protección que representa en muchos sentidos la familia.

Sin embargo, facilitar una familia al menor, no es tarea fácil.

A muchos de estos menores no les sirve cualquier familia, sobre todo porque muchos de ellos han vivido historias muy negativas, han sufrido abandonos, negligencias en sus cuidados, malos tratos.

Es frecuente encontrar en estos niños déficits en su desarrollo afectivo, dificultad para establecer relaciones sociales, dificultades cognitivas, problemas de apego o trastornos de conducta.

Tanto los requisitos y pasos para iniciar una adopción nacional como una adopción internacional pueden ser encontrados en la página web de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, en su apartado de Infancia y Familias.

Los criterios para realizar una adopción nacional son muy claros. Según la orden 3 de noviembre de 1988, sólo se admiten solicitudes para menores con necesidades educativas especiales: niños con siete años o más, grupos de varios hermanos, menores con enfermedades crónicas o distintos tipos de discapacidades. No se alcanza entonces a saber, qué puede ocurrir con los menores sanos susceptibles de adopción, si se entiende que los padres que lo solicitaron previamente al 1998, tienen hoy doce años más que entonces.

El recurso que se plantean entonces los padres adoptantes es la adopción internacional, que dependiendo de la elección del país donde realizarla puede implicar más o menos dificultades.

En esta misma página se puede encontrar un listado de los países donde es posible acceder a la adopción internacional y a los requisitos que se exigen en cada uno de ellos.

En cualquier caso, luego de solicitar la adopción en las oficinas de esta Consejería, son dos pasos fundamentales los que siguen. Un proceso de formación, que ayuda a entender lo esencial de la adopción que da luego paso a la fase de obtención de la idoneidad para adoptar, en la que se valora si los futuros padres tienen las habilidades y recursos suficientes, para satisfacer las necesidades del menor del que se van a responsabilizar.

Hasta el año 2008 este proceso de valoración de idoneidad estaba gestionado por los Colegios Profesionales de Psicología y Trabajo Social.

En la actualidad la Junta de Andalucía lo mantiene cedido a una empresa privada de servicios, pero parece obvio que siguen siendo necesarias reformas como la que ha llevado a cabo el Parlamento de Navarra donde se establece un plazo máximo de ocho meses para resolver los expedientes de solicitud de idoneidad para la adopción.