"Ahora devuelvo a los hermanos el cariño y apoyo dado a mi familia"

-¿Qué significa para usted como rociero con muchas romerías ser ahora el hermano mayor?

-Significa una gran ilusión ser el máximo servidor de mi hermandad, y por ende poder servir a la Santísima Virgen. Además, en mi caso, es la mejor manera que tengo de agradecer a esta hermandad, refiriéndome a la absoluta totalidad de mis hermanos, el cariño que me demostraron y el apoyo que nos dieron a toda mi familia cuando estábamos pasando por las peores circunstancias posibles de nuestras vidas.

- ¿Tenía claro que ahora era su momento, relevando en el cargo a Isaac Camacho?

-Sin duda ninguna, creo que estoy en la edad y en todos los sentidos, en la etapa de mi vida, por madurez en buen equilibrio con mis fuerzas, para gestionar lo que es patrimonio de todos. Además, un día, firmamos un pacto no escrito, pero sí de caballeros, que el orden sería Isaac, yo y después Joaquín, sin perjuicio de que cualquier hermano que cumpla los requisitos establecidos es absolutamente libre de presentarse. Entendemos, que es la mejor forma de dar un proceso de continuidad y crecimiento de nuestra hermandad.

- Tiene cuatro años por delante de mandato al frente de la hermandad. ¿Qué espera conseguir en ese tiempo?

-Básicamente, queremos que exista gran unión y fraternidad entre todos los hermanos, además de mantener y aumentar en lo posible nuestra obra de caridad, incluso con la ilusión de algún proyecto social de mayor envergadura. Lo importante es que todos nos sintamos iguales ante nuestros hermanos, porque para Dios no existen diferencias de clases.

-Para esta romería ha tenido que enfrentarse al reto de la restricción de vehículos impuesta por Doñana, que de forma general baja un 7 por ciento en cada hermandad. ¿Comparte que en el camino mientras menos coches mejor?

-No lo comparto, los tiempos evolucionan y no hay porqué renunciar a ciertas ventajas que nos ofrece la tecnología. Siempre he defendido, que en vez de aumentar las restricciones, lo que yo haría, sería ser mucho más duro y tajante, desde el punto de vista administrativo, con quien incumpla las normas de comportamiento, teniendo en cuenta que circulamos por un espacio natural, tremendamente protegido por su singularidad y su alto valor ecológico.

-Evidentemente, dada su experiencia, el Rocío pocas cosas nuevas le va a descubrir, al menos en la dinámica diaria y en el programa de actos, pero ahora que es el hermano mayor y como tal, ¿qué momento o momentos espera con más ilusión?

-Espero muchos momentos, que surgirán cuándo y dónde la Virgen quiera, esto en el Rocío nunca está previsto, pero sin lugar a dudas, para mí hay cinco que me emocionan especialmente: Misa de Romeros y primeros pasos de la carreta con el Simpecado colocado, presentación en la ermita ante la Blanca Paloma, entrada del Simpecado en la capilla de nuestra casa en la aldea, visita de la Santísima Virgen a nuestra casa y cuando a la vuelta se coloca el Simpecado en la iglesia de Santo Domingo y se le reza la Salve; si todo ha salido bien te vas para casa con la enorme satisfacción del deber cumplido.