Armonía y diversión para los peques

Educación infantil

La Escuela Municipal de Música de Guadalcacín amplía su oferta para los bebés. El taller mezcla canciones, masajes, dibujos y diferentes juegos para estimular a los niños.

Los padres masajean a sus pequeños siguiendo las instrucciones de la profesora, Mabel Gálvez.
Los padres masajean a sus pequeños siguiendo las instrucciones de la profesora, Mabel Gálvez.
Fabiola Navas

Jerez, 13 de octubre 2014 - 01:00

Son las seis de la tarde en el teatro de Guadalcacín. Y en el enorme escenario negro, tres pequeños esperan ansiosos a que comience el taller 'Música y movimientos para bebés', una iniciativa que se imparte por primera vez en la Escuela Municipal de Música de la pedanía. Julia, de trece meses; Martín, de diez; y Leila, de dos años y medio están acompañados en esta particular aventura por sus padres, quienes han decidido incluir la música, una de las disciplinas más completas, como un elemento de animación en la vida de sus hijos.

Guiados por la profesora de música y responsable del taller, Mabel Gálvez, los padres de estos tres pequeños estimulan con canciones y juegos las diferentes zonas del cerebro, para que puedan ser, en un futuro, más aventajados en determinadas áreas. El taller, que está orientando para niños de edad comprendida entre los 4 y los 36 meses, ha sido un proyecto muy trabajado por la escuela. "La música solo se trabaja en la Educación Primaria o en conservatorios a partir de los ocho años, por eso es muy importante incluirla desde bebé", explica Gálvez.

El curso, que se desarrollará hasta el próximo mes de junio, empieza con una canción de bienvenida. "Un saludo para que Julia, Martín y Leila sepan que ya ha comenzado su clase de música", comenta Gálvez. Una vez finalizada la animada sintonía de recibimiento, y sobre esterillas de colores, los padres ponen a sus hijos bocabajo para el masaje corporal. Eso sí, siempre cantándoles y bajo la supervisión de la monitora. Algo con lo que, según su madre, el pequeño Martín se ríe mucho.

"No se trata de un masaje terapéutico, sino de una actividad donde se crean lazos afectivos con los padres y que mejora el sistema respiratorio", explica Gálvez. Toca entonces trabajar el esquema corporal, para que los más pequeños reconozcan las partes del cuerpo. Pero el orden de las actividades no parece gustarle mucho a Leila. "Yo quiero jugar con los instrumentos de la caja", pedía. Aún así, la niña sigue los ejercicios atenta a su padre. Siempre con dibujos y movimientos sonorizados, los bebés van reconociendo, poco a poco, la nariz, la boca, los ojos y la barriga, entre otras partes del cuerpo.

"Es una actividad lúdica mediante gestos, con el fin de que los niños aprendan lo que estás diciendo", comenta Mabel Gálvez. "Las canciones son tan pegadizas que después no paro de cantarlas en casa", bromea la monitora.

Mientras, la mirada de la pequeña Julia, que no ha dormido siesta, va pasando atónita de su marioneta de Peppa Pig a los instrumentos. Inquieta, decide gatear hacia ellos. "Nunca ha hecho eso, sólo aquí", señalan sorprendidos sus padres.

A continuación, una serie canciones clásicas retumban en el teatro mientras la monitora les enseña quién es el autor. "Tiene que ser todo muy pictórico", explica Mabel. Y como en cualquier otra actividad, la monitora les manda deberes. "Es bueno que practiquéis con ellos en casa", señala. "La música ayuda a que se desarrollen la psicomotricidad fina, el hecho de manipular un instrumento ayudará en el futuro a la hora de coger un bolígrafo o un lápiz en el 'cole'. También mejora la psicomotricidad gruesa, el reconocimiento de su cuerpo va a ser mucho más fácil a través de la canción. Se sueltan más y les encantan los sonidos, el timbre que tienen y sobre todo escuchar a papá y a mamá cantar", mantiene Mabel Gálvez.

Los talleres infantiles de este tipo, cuya matrícula cuenta con una subvención del 25% del importe por parte del Ayuntamiento de Guadalcacín, se alzan como una buena alternativa a la poca atención a la educación musical que existe en la actualidad. "De momento son sólo tres los niños que están matriculados pero las solicitudes de inscripción estarán operativas durante todo el año". No cabe duda de que la música es el primer paso en el desarrollo del lenguaje, además de ser un sistema de relajación, placer y fuente de tranquilidad para los más pequeños.

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