Aventuras sin salir de Jerez

Con el verano, las puertas de los centros escolares cierran y los pequeños pasan los días en casa. Para ellos es todo un lujo no madrugar, no tener que hacer deberes y poder estar toda la mañana en casa jugando, pero para los padres que trabajan esta situación es un comedero de cabeza. La mayoría de los padres de hoy día, por razones laborales, no pueden quedarse en casa con los pequeños por lo que se ven obligados a buscar alternativas para poder dejar a los hijos atendidos mientras ellos atienden sus obligaciones laborales.

Hasta ahora la opción más común era dejar a los pequeños a cargo de los abuelos, pero con iniciativas como las de los campamentos de verano, muchas familias han optado por inscribir a sus hijos en estos grupos, donde se realizan numerosas actividades donde los más pequeños pueden pasar el verano divirtiéndose en compañía de otros niños a la vez que aprenden.

En la ciudad hay en funcionamiento en estos meses de verano varias alternativas. Una de ellas y la más pionera es la iniciativa ‘Tu verano deportivo’, organizada por el Club de Baloncesto Chajeba 04. La idea de este club en cuanto a sus cursos de verano son una referencia en la ciudad desde hace años.

En sus cursos de verano, que funcionan desde el 15 de junio hasta el mes de septiembre, los niños de todas las edades tienen la posibilidad de vivir un verano lleno de actividades y juegos coordinados por cuatro monitores, todos ellos cualificados con titulaciones relacionadas con los entrenamientos deportivos infantiles, la animación social, e incluso magisterio.

En ‘Tu verano deportivo’, que se realiza de lunes a viernes en el albergue juvenil Inturjoven en horario de 9,00 a 14,00, todo está perfectamente controlado. Los 38 alumnos inscritos actualmente tienen una hora, de 9 a 10 de la mañana, para hacer sus deberes. Después dedican otra hora a los talleres de manualidades y de mediodía a dos de la tarde disfrutan de la piscina del albergue, donde junto con sus monitores llevan a cabo diversos juegos.

Pero no sólo se pretende en este curso la diversión del niño. Los monitores de ‘Tu verano deportivo’ han expresado su interés porque los pequeños durante el verano también aumenten su cultura y desarrollen capacidades de relación social, de trabajo en grupo y deporte en equipo.

Para todo esto, el curso incluye en su programa rutas culturales guiadas, como la visita a la Catedral y la iglesia de San Miguel, así como varios talleres de manualidades. “Se intenta enseñar a los pequeños algo de cultura a través de las manualidades y las visitas guiadas”, comenta Toñi, una de las dos monitoras del curso. Aunque los alumnos más veteranos en estas actividades pertenezcan al club de baloncesto, Sergio, otro de los monitores cuenta cómo “cada año hay más gente de fuera y muchos repiten, algunos porque sus padres trabajan y no tienen con quién dejarlos y otros porque no saben qué hacer todo el día con el niño en casa. Además, aquí coinciden niños de todas las partes de la ciudad y aún así se integran entre ellos como si se conociesen de siempre”.

Por un precio de aproximadamente 200 euros, los que no sean socios del club Chajeba pueden inscribir a sus hijos por un mes completo. El precio es muy razonable en vista de las numerosas actividades que los infantiles podrán realizar. Actividades que van desde la iniciación al submarinismo, ping-pong, tiro con arco o la esgrima, entre otras muchas.

Otra de las alternativas que encuentran los padres en la ciudad al verano sin clases es la que propone el colegio de La Salle del Buen Pastor. En este centro, la empresa Full Inclusion, dedicada a actividades extraescolares, realiza un curso de inmersión lingüística desde la última quincena de junio hasta el 31 de julio. En este curso, que repite por segundo año consecutivo, los niños de entre 3 y 12 años pueden familiarizarse con el idioma a la vez que se divierten jugando.

Pedro Garrido, coordinador de esta actividad, explica que “de un año a otro el número de inscripciones ha aumentado”. “Antes los que se inscribían solían ser alumnos del centro pero este año hemos abierto las puertas a nuevos alumnos, por lo que hay niños de todo tipo de centros de la ciudad. En total tenemos ahora mismo niños de hasta 12 centros diferentes, todos conviviendo juntos, sin diferenciar sin son centros públicos, privados o concertados”.

Un total de ocho monitores se encarga de programar las actividades que los pequeños seguirán día a día. “Ellos no saben qué es lo que les tenemos preparado. De un día para otro jugamos con el factor sorpresa para que no caigan en la rutina y no tengan la percepción de que siguen viniendo al colegio, por eso mismo los monitores van rotando diariamente para que ningún grupo esté siempre con el mismo y se aburran”, comenta Pedro.

Los monitores de este campus de verano cuentan con titulaciones en inglés para garantizar la calidad educativa de los alumnos, algo que los padres valoran. Aunque la mayoría de los padres que llevan a sus hijos al centro lo hacen porque tienen que trabajar y no saben con quién dejar al pequeño, otros los llevan simplemente porque ven que es una buena alternativa para que el niño pase el verano aprendiendo y divirtiéndose con otros niños. Pero no todo es aprender. Los miércoles y los viernes celebran una ‘water party’, la fiesta del agua, en la que los monitores con mangueras mojan a los alumnos mientras ellos juegan y corretean en bañador y chanclas por el patio del colegio. “La verdad es que las instalaciones del centro nos permiten hacer muchos juegos, hay mucho espacio, muchas zonas con sombra, entonces estar aquí da muchas posibilidades para hacer actividades con los niños. La fiesta del agua es una de ellas, a ellos les encanta y vienen muy ilusionados todos con sus bañadores y sus toallas esperando a que los mojemos”, cuenta Pedro, cordinador del campus.