El Ayuntamiento de Jerez ha trasladado este viernes su apoyo a los viticultores y bodegas afectados por el proyecto del parque eólico de El Barroso, actualmente en obras entre los pagos históricos de Añina y Macharnudo, de cuyas reivindicaciones se hará eco en una proposición que llevará a pleno para reclamar a otras Administraciones públicas una mayor protección del viñedo del Marco de Jerez.

Este apoyo contrasta, no obstante, con la postura del gobierno local, que si bien se ha comprometido a facilitar a los afectados el expediente de la concesión de la licencia municipal de obras para el proyecto, echa balones fuera en los que respecta a la autorización del proyecto, de la que responsabiliza exclusivamente a la Junta de Andalucía.

Al término de la reunión mantenida con los afectados, a la que también han asistido la la alcaldesa, Mamen Sánchez, y del presidente del Consejo Regulador y de la Ruta del Vino y el Brandy del Marco de Jerez, César Saldaña, el responsable municipal de Urbanismo, José Antonio Díaz, ha explicado que, además de "facilitarles toda la información para que puedan presentar los recursos que consideren necesarios, les hemos trasladado la necesidad de que la Junta de Andalucía se implique y establezca un plan estratégico andaluz tanto de fotovoltaicas como de eólicas".

A juicio de Díaz, "la Junta no está respondiendo a este término municipal ante la avalancha" de las fuentes de energía renovable, por lo que ha anunciado que el grupo socialista presentará una proposición al pleno municpal para solicitar la inclusión del viñedo del Marco en el catálogo de patrimonio de Andalucía y en el listado patrimonial de la Unesco, al tiempo que reclamará al Gobierno andaluz medidas adicionales para que Jerez no sufra en el futuro los "efectos dañinos" de las denominadas energías limpias, así como para ofrecer a los viticultores y bodegas "mayor garantía y seguridad jurídica".

El teniente de alcaldesa de Urbanismo ha expresado su confianza en que el resto de grupos municipales apoyen la propuesta y ha apelado a la "sensibilidad" de la Junta de Andalucía, "que es la que ha dado autorización administrativa para que se puedan implantar eólicas o fotovoltaicas en nuestro término municipal", por lo que le pide que "atienda a los viñistas de Jerez, al igual que este Ayuntamiento ha estado con ellos para explicarles la tramitación", en la que Díaz asegura que "nosotros tenemos un papel secundario".

Las palabras de Díaz contrastan con la postura adoptada por el Gobierno local cuando la Asociación de la Ruta del Vino y el Brandy del Marco de Jerez solicitó en 2019 el blindaje del viñedo de Jerez frente a la invasión de las renovables, solicitud que rechazó al entender que no había necesidad de ampliar la protección de los pagos históricos más allá de la ya contemplada en el PGOU.

En respuesta a la propuesta de la Ruta del Vino, la propia alcaldesa, Mamen Sánchez, manifestó entonces que "el PGOU ya impide toda agresión al paisaje, y un molino de viento de más de 20 metros -los del parque El Barroso tienen 120 metros de altura- lo es", al tiempo que subrayó que "en aplicación estricta del Plan General de Ordenación Urbana, cabe rechazar la instalación de aerogeneradores y placas fotovoltaicas en la zona de viñedo".

Si el paraje en el que se instalarán los aerogeneradores goza de especial protección, y así lo estipula su catalogación como paisaje con condicionantes específicos para la implantación de parques eólicos en el Plan Especial de Ordenación de Recursos Eólicos del municipio jerezano, ¿Cómo es posible que el proyecto del parque eólico El Barroso haya obtenido la licencia municipal? ¿No tendría que haberse opuesto el Ayuntamiento?

Las declaraciones de José Antonio Díaz no aclaran algunas de las principales preguntas que se hacen los afectados sobre la actuación municipal frente a lo que consideran un "atentado" contra el patromino y el paisaje vitícola del Marco, su flora y su fauna, la actividad económica que lleva aparejada y el enoturismo, por el que, por cierto, el gobierno local ha manifestado en reiteradas ocasiones su apuesta y apoyo incondicional, que chocan con el desarrollo de las energías renovables.