Verónica Córdoba es una estudiante universitaria del grado de Química que este verano ha tenido la oportunidad de impartir clases particulares, una práctica cada vez más frecuente entre los jóvenes universitarios que compaginan estudios y trabajo. Aunque no fuera su primera opción, tal y cómo comentaba Verónica, la experiencia le ha traído bastante beneficio: "El ambiente es estupendo y me siento muy cómoda. Es muy gratificante cuando el alumno llega sin saber nada sobre algún tema y sale de la clase sabiendo el doble, eso me gusta. Es por ello que empieza a atraerme el tema de la enseñanza y no descarto que pueda convertirse en una de mis salidas profesionales, aunque sigo interesada en dedicarme a la investigación." Éste no es el primer verano que esta joven de 21 años trabaja: "Los dos últimos veranos  he estado trabajado en una administración de loterías con el mismo fin que ahora: ahorrar algo para el transporte de la universidad y por si no me venia la beca para pagarme la matricula." Aunque estos son dos de sus motivos principales, quizás el que más la ha empujado a buscar empleo es el  requisito de una titulación de B1 en algún idioma para finalizar los estudios de grado. Verónica comentaba: "En casa  la cosa está justa de dinero y en la universidad me exigen sacarme el B1 en algún idioma, para lo cual necesito formarme con unos cursos de idiomas que son bastante costosos." Finalmente, ante la perspectiva de tener que irse fuera de España ante la delicada situación actual de desempleo, la joven afirmaba: "Espero quedarme aquí porque sé que me costaría mucho despegarme de mi tierra y de mi gente, pero tal y como está la cosa y con la situación actual de desempleo no lo descarto. No tendría inconveniente en tener que pasar una temporada fuera con tal de poner en práctica y mejorar mi dominio de los idiomas, pero siempre pensando en volver a casa."