Los meses de verano constituyen para muchos jóvenes la oportunidad ideal para o bien sacarse unos ahorrillos para gastos propios, o bien simplemente porque desean tener la oportunidad de probar un poco como desenvolverse en ese mundo laboral que parece a veces tan lejano cuando uno está llevando a cabo sus estudios. Sin embargo, aunque muchos se identifiquen con estas circunstancias y admitan que son esos los motivos que los llevan a elegir el verano para trabajar, otro tanto por ciento elige trabajar en verano por motivos de distinta índole. La mayoría comenta que el verano se constituye como el momento propicio para trabajar ya que no interfiere del todo con los estudios, aunque sí con los exámenes de septiembre, y además durante el verano es menos complicado encontrar a alguien que contrate para sólo tres meses, en la mayor parte de los casos mal pagados teniendo en cuenta el cómputo de horas trabajadas. Teniendo esto en cuenta, son muchos los jóvenes que, por circunstancias peculiares derivadas del mal momento económico por el que pasa el país actualmente, buscan un empleo con el que poder o bien ayudar en casa o bien costearse los estudios. Sin embargo y aunque no todos trabajan tan sólo durante el periodo estival sino que compaginan estudios y trabajo para seguir adelante, este año las posibilidades de encontrar un empleo temporal se ven bastante limitadas debido a la situación de crisis que ha obligado a muchas empresas a limitar sueldos, recortar personal y prescindir de nuevos contratos.

En esta línea y teniendo en cuenta los motivos y la perspectiva de futuro deseada, varios jóvenes comentan cómo han accedido a sus empleos de verano, por cuánto tiempo estarán, y los motivos internos que les han llevado a aceptar el empleo, dispuestos a trabajar las horas que sea con tal de conseguir lo necesario para seguir adelante un poco más teniendo que recurrir lo menos posible a los padres.