Balance del año de Asaja

La sequía y la bajada de precios, los mayores riesgos para los agricultores

  • Asaja reclama a las administraciones más iniciativas de promoción del valor del producto agrícola nacional

  • Pide estabilidad política para reclamar una PAC europea sin recortes presupuestarios

Representantes de Asaja, realizando el balance del año.

Representantes de Asaja, realizando el balance del año. / Miguel Ángel González

Una mayor apuesta del consumidor y una mejor promoción del producto nacional, una Política Agraria Común (PAC) con más presupuesto para el sector agrícola y más agilidad en las medidas para hacer frente a la sequía y en las ayudas a la modernización. Estas son algunas de las principales demandas que el sector agrario realiza para el año 2020 que está a punto de comenzar.

Estas afirmaciones fueron realizadas por los principales responsables de la organización agraria Asaja en la provincia en una comparecencia protagonizada por el presidente de esta entidad, Pedro Gallardo, quien estuvo acompañado por Antonio León (vicepresidente) y Luis Ramírez (secretario). En ella, analizaron los principales hitos del sector en este 2019 y los retos para el nuevo año.

Gallardo incidió en que este ejercicio ha estado marcado por dos circunstancias: la “drástica” sequía y la bajada generalizada de los precios de los productos agrícolas. En cuanto a la falta de precipitaciones, el responsable provincial de Asaja apuntó que las de girasol, viñedo y cereales han sido las producciones más afectadas con bajadas que cuantificó en un 30% respecto a 2018.

También se vieron afectados los cítricos aunque apuntó que, en contraposición, se ha visto incrementada la producción de aguacate, localizada principalmente en el Campo de Gibraltar aunque ya se está extendiendo a otros puntos de la provincia. Por ello, la entidad volvió a reclamar que el Ministerio de Agricultura apruebe el decreto ante la sequía, aunque resaltó que se hayan acometido algunas medidas compensatorias tales como el adelanto de parte de las ayudas de la PAC o la flexibilización en la utilización de piensos por parte de la ganadería ante la falta de pastos. De hecho, la organización agraria alertó de que este sector es el “gran perjudicado” por esta falta de lluvias ya que los costes de producción se han incrementado al tener que recurrir a la compra de piensos ante la pérdida de pasto.

Ahora bien, desde Asaja se incidió en la bajada de precios como uno de los graves problemas que está afectando al colectivo agrario, donde ha habido descensos de hasta el 20% de la cotización en algunos productos como los cítricos, el olivar y el algodón. Por ello, para hacerle frente, Gallardo abogó porque las administraciones “trabajen a una” para concienciar al consumidor de la calidad del producto nacional. “Tendríamos que empezar a valorar lo que hay en casa y las administraciones tienen que ir de la mano para trabajar juntas por la promoción de nuestros productos”, demandó.

Otra de las incertidumbres apuntadas por Asaja en su balance para 2020 es la futura PAC. En este sentido, alertó de que la Unión Europea no solo no cuente aún con un presupuesto sino que haya algunos países que ya planteen recortes en las asignaciones a la agricultura —cuantificó en unos 138.000 millones de euros menos en política agraria si esto acaba aprobándose—. En este sentido recordó que, por regla general, de cada 100 euros de una producción agrícola 30 proceden de la PAC, de ahí de que se advierta de que muchos cultivos pasarían a ser “inviables” si hubiera un recorte en la política agraria común.

No son las únicas incertidumbres que preocupan al sector, que también hizo referencia al Brexit —la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea afectará sobre todo a los vinos del Marco y a los productos hortícolas y cárnicas—, a los aranceles impuestos por Estados Unidos a los productos europeos —“estamos sufriendo las consecuencias de la pelea entre dos multinacionales”, enfatizó Gallardo— y el veto que aún se mantiene a los productos de Europa en el mercado ruso.

Por otro lado, la entidad agraria reclamó una nueva “política de seguros” puesto que, en algunos supuestos, no cubre la totalidad de la producción (en caso de nevada para los aguacates, por ejemplo) o se han encarecido notablemente (esto ha ocurrido con los cítricos). Pidió también que los ayuntamientos se acojan a unas ayudas para el arreglo de caminos rurales (la convocatoria concluye a finales de enero), una mayor agilidad en la convocatoria de las ayudas agrarias o que se realice una reforma de la fiscalidad agraria, en especial de productos como la flor cortada que vive actualmente una “crisis estructural”, tal y como lo definió Luis Ramírez.

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