Bebés robados: Caso abierto

A lo largo de 2011 las denuncias por supuestas desapariciones de recién nacidos en los hospitales de buena parte del país se extendieron como la pólvora. La provincia y Jerez no fueron ajenas a estos casos que se conocen como la trama de los 'bebés robados', recién nacidos que supuestamente se arrebataban a sus padres haciéndoles creer que habían fallecido para entregarlos a otras familias en adopciones irregulares. Los afectados se unieron en una asociación que dos años después sigue luchando por conocer la verdad, pese a los reveses judiciales de los últimos meses y una cierta paralización de los casos en los juzgados. La avalancha de denuncias de los primeros momentos se ha frenado pero, aunque a menor ritmo, continúan llegando, primero a la asociación y luego a las sedes judiciales. Los nuevos abogados de 'SOS Bebés Robados', Luis Montero y Alberto Prian, estiman que sólo en Jerez hay alrededor de 60 casos de presuntos robos de bebés que se remontan a hace varias décadas. No todos -afirma Montero- están en los juzgados. "Hay personas que no han puesto denuncias porque temen que no sirva para nada", admite. No obstante desde que asumieron la representación legal de la asociación a primeros de este año, se han presentado diez o doce casos nuevos, la mitad aproximadamente está en los juzgados y el resto aún en la Fiscalía.

No hay excesivas razones para el optimismo, pero tanto las familias como sus abogados son inmunes al desánimo. Antes de la llegada del nuevo equipo jurídico ya se habían archivado en Jerez unos siete casos y a ellos se han sumado otros cuatro, pero se están recurriendo los archivos y esperando que la Audiencia provincial se pronuncie. La falta de pruebas y la prescripción de los supuestos delitos son los principales motivos que los jueces argumentan para cerrar los casos, pero Montero mantiene que con respecto al tema de la prescripción "hay otras audiencias provinciales que entienden la cuestión de forma totalmente distinta y defienden que hay que llegar hasta el final". Este abogado asegura que aunque a nivel jurídico se trata de casos complicados "somos optimistas, estamos hablando de personas que tienen un derecho inherente a saber dónde están sus hijos, con independencia de las consecuencias jurídicas que pueda haber si son ciertos o no los supuestos hechos que se dan, pero hay que luchar hasta el final".

En las nuevas denuncias presentadas, los abogados han ido pidiendo que se tome declaración a profesionales del hospital en las décadas en las que se produjeron los supuestos fallecimientos de los bebés, en su mayor parte ginecólogos que intervinieron en los partos y cuyos nombres se repiten en varios casos. Los jueces ya han desestimado algunas solicitudes en denuncias que han quedado finalmente archivadas, y en el resto se continúa esperando. "De cualquier forma seguimos recurriendo porque entendemos que esas declaraciones son pruebas necesarias para llegar hasta el final".

La vicepresidenta de 'SOS Bebés Robados' y delegada en Jerez de la asociación, Luisa Fernanda Terrazas, se muestra crítica con la justicia y mantiene que las familias no van a desistir en la búsqueda de sus hijos. "No sé lo que está pasando, los jueces no nos ayudan pero vamos a ir a donde tengamos que ir, porque se está viendo que todo esto del robo de niños es verdad. Ayer mismo me llamaron de Murcia y un señor me reconoció que en el hospital de Mora les entregaron en los años 70 a una niña y esperaron ocho días para podérsela llevar a Murcia". Por las fechas en que se produjeron estos hechos Luisa Fernanda piensa que esa niña podría ser su hija. "Aunque yo la tuve en el hospital de Jerez sabemos que se llevaban los niños de unos hospitales a otros y en el caso de mi hija fue a los ocho días cuando me dijeron que había muerto". Esta madre es positiva, aunque admite que "al final vamos a tener que ser nosotros los que busquemos a los niños. Yo todavía estoy esperando un careo con un médico que se pidió en marzo".

La falta de colaboración que, entienden, se está produciendo por parte de los jueces desanima, según Terrazas, a otras familias. "Hay muchas que nos dicen: bueno, para qué vamos a estar todo el día en la calle como vosotros, si luego van los médicos y no se hace nada con ellos. Y nosotros no es que queramos que les hagan algo, lo único que pedimos es que digan para dónde mandaron a los niños, eso es lo único que queremos, con eso nos conformamos, pero se van a morir con ese remordimiento por dentro".