Beltrán Domecq o cuando el vino forma parte de la vida
La diáspora | tradicional encuentro de jerezanos en madrid
El presidente del Consejo centra en el jerez más que en su persona el discurso del homenaje que le brindó la Diáspora
Beltrán Domecq, presidente del Consejo Regulador de los vinos de Jerez, es hombre de vino, de familia bodeguera con abolengo y amplia tradición. Fueron muchas las anécdotas que contó a los 'Jerezanos de la Diáspora' en el transcurso del homenaje que se le brindó el viernes en Madrid.
Fue el presidente de esta asociación de jerezanos residentes en Madrid, Michi Primo de Rivera, quien presentó el acto, algo que ya hacía antes de llegar a esta responsabilidad. Junto a él, en la presidencia, estuvieron el homenajeado, su presentador, Bertín Osborne, el teniente de alcaldesa de Jerez Javier Durá, así como quien ha sido presidente de la Diáspora durante largos años, Manuel Fernández García-Figueras, y otros cargos de la directiva. También estuvo allí el célebre compositor jerezano Manuel Alejandro.
Bertín Osborne, que fuera cuñado de Beltrán Domecq, destacó de la figura de su amigo que "no hay nadie mejor que él para defender al vino de Jerez" e hizo público el "orgullo" que le supone ser su presentador. Como anécdota valga destacar que hace seis años, cuando la Diáspora homenajeó a Bertín Osborne, quien le presentó fue precisamente Beltrán Domecq, por lo que el viernes dichos papeles se vieron intercambiados. El cantante y presentador dijo igualmente que "Beltrán es parte de mi vida" para pasar a recordar cómo llegó a conocerlo a través de su hermano Marcos. También tuvo palabras para el padre de Beltrán, Beltrán Domecq González.
Acto seguido tomó la palabra Manuel Fernández García-Figueras, quien por cierto se asentará definitivamente en Jerez estas mismas navidades tras años de estancia en Madrid. Corroboró las palabras de Bertín: "Es difícil encontrar alguien que sea tan embajador del vino de Jerez como él. Ha tenido arte, capacidad y la escuela que te reporta aprender de uno de los grandes como fue su padre". Una segunda reflexión tuvo por marco el vino de Jerez, del que dijo que es "el más universal de los generosos españoles y a su vez el más desconocido" esperando que vuelva a consumirse como antaño.
Javier Durá, representante municipal en el acto, transmitió que "la ciudad de Jerez ha estado muy enferma y ahora ya sólo está convaleciente" para añadir "el esfuerzo extraordinario que realizamos" por potenciarla con eventos tales como la Capitalidad del Vino o del Motor o del 750 aniversario de la adhesión a la Corona de Castilla.
Finalmente, tomó la palabra el homenajeado, Beltrán Domecq, quien recordó que vivió en Madrid durante doce años. Era la década de los 50 y los 60, años de juventud en los que "las reuniones con los amigos en torno al vino de Jerez eran constantes". "Ahora mi vida se centra en Jerez pero he sido un hombre muy viajado". A continuación describió sus orígenes. Recordó que nació en el seno de una familia bilingüe y contó varias anécdotas en torno al lío que se montaba su abuela materna a la hora de hablar español ante las sonrisas de los asistentes. El vino, más que su persona, centró su discurso. Recordó una anécdota en torno a la venta de las bodegas Williams. Al terminar el papeleo "le preguntaron a mi padre si quería una copia y él respondió: "Sí, de oloroso por favor". Una convivencia terminó de cerrar la jornada.
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