El Caballo de Oro más cuate

El multimillonario mexicano Abelardo Morales recibirá el histórico galardón por su premiada y contrastada ganadería de Pura Raza Española pese a no tener nexo, de momento, con Jerez.

El Caballo de Oro más cuate
El Caballo de Oro más cuate
Raquel Benjumeda

Jerez, 30 de marzo 2016 - 07:21

En el cortijo Las Morerías hay un patio andaluz generoso de color rojizo que cobija a un jardín tropical y a una fuente central que devuelve agua en cascada a una base arabesca. El suelo del zaguán es un enjambre de filigranas mozárabes y las tejas del edificio peinan canas de musgo. La entrada está custodiada por un monumento vegetal dedicado al hierro de la ganadería en la que se crían los caballos de Pura Raza Española y Pura Sangre Lusitana más aplaudidos de todo el continente americano. Sin sesgo territorial. El ornamento es una M gigantesca de tipografía taurina coronada por una cruz cristiana que da fe del profundo respeto que a Abelardo Morales Purón le merece la cultura andaluza. Y la española. Avanzamos por el complejo ganadero que el potentado mexicano construyó en 1991 en Villa de Santiago (México)y topamos con la casa de visitas, un chalet anexo con porche de arcos empedrados y paredes rojas como la casa principal. El interior es un decorado sugerente de techos abovedados y paredes estucadas a media altura vigilado por la armadura de un guerrero medieval hueco y los retratos de relindos potros ibéricos que perdieron gracia y belleza con el trazo. Los espacios se ambientan con muebles nobles y sobre la chimenea cuelga un cuadro sobrio del ganadero vestido con elegante chaqueta azulada y camisa clara en una pose aparentemente natural que abandona una mano en el bolsillo del pantalón oscuro. No hay rastro de charrería.

El picadero cubierto en el que trotan y galopan los preciados animales es una extensión estética del urbanismo de la finca que se exhibe en la página web y está presidido por un palco acristalado dotado de sofás de piel oscura, mesas castellanas y barra de cantina con elegantes banquetas de madera que parecen el lugar lógico desde el que saciar los placeres de la vida charra a golpe de tequila.

En un espacio que se difumina a lo largo y ancho de cientos de hectáreas llanas y verdes crecen en paz decenas de potrillas protegidas por la inmensidad de las cordilleras centroamericanas y rodeadas de pastos ricos en fibra y proteínas. Hay un grupo de añojas que parecen la viva imagen de ‘Rondeño XI’, uno del valioso montón de sementales del jerezano Miguel Bohórquez. Lo son. Morales se encontró con el caballo en Bilbao en 2003 y tardó lo que tarda la burocracia de la compraventa en incorporarlo al plantel de raceadores que a principios de los noventa fundaron la yeguada Las Morerías. En el rancho, el Bohórquez se adaptó a la vida dulce que ya saboreaban sementales y yeguas importadas de prolíficas fábricas andaluzas y extremeñas como Escalera, Granda o Guardiola. Y de portuguesas como Veiga, Andrade, Nuncio y Oliveira. El jerezano castaño es una estrella equina más en el firmamento genético patrocinado por Abelardo Morales Purón. Muchos de los ejemplares de Las Morerías han obtenido premios en belleza, movimientos y doma dentro y fuera de México y el criador ha sido distinguido repetidamente con el galardón de mejor criador de Pura Raza Española y Pura Sangre Lusitana en México y en Estados Unidos. Pero en España, y concretamente en Jerez, su trayectoria es poco destacada.

¿Por qué entonces va a recibir el mexicano un premio nacido en los sesenta para premiar la difusión de Jerez, sus caballos y su Feria? La noticia ha dejado descolocado al círculo de aficionados de la ciudad, que esperaba un nombre más cercano. El premio se decide según el protocolo que marcan los estatutos del galardón. Y dicen que cada miembro del jurado podrá proponer un candidato que se someterá a discusión y, en su caso, a votación. Los asistentes son, en su mayoría, representantes de organismos e instituciones ecuestres -Real Escuela, Hierro del Bocado, Yeguada Militar o Ancce- y la reunión la preside el funcionario número uno del Ayuntamiento, que también puede proponer aspirantes. Abelardo Morales Purón ha sido el nombre elegido por la alcaldesa Mamen Sánchez porque fue el único nombre propuesto formalmente sobre la mesa. La idea la sugería por carta el ganadero Álvaro Domecq Romero a través de un integrante del jurado poco representativo del sector ecuestre. “Lo importante no es el nexo del premiado con Jerez sino de la ciudad con el premiado y creemos que es destacable su tarea de internacionalizar un caballo que el jerezano sigue considerando de sangre azul”, defendía ayer el concejal de Cultura, Francisco Camas. La puesta en escena volverá a ser en el desarrollo de la Feria del Caballo, en el Depósito de Sementales y durante la mañana del domingo inaugural. Será entonces cuando el desconocido y nuevo cuate del mundo ecuestre jerezano recoja un premio firmado por el escultor local Nicolás Domecq Ybarra, que tiene un valor económico aproximado de quinientos euros y cuyo valor simbólico podría bajarse del caballo de continuar en decadencia la icónica imagen de Jerez.

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