El Tabanco El Pasaje ha iniciado el año 2021 apostando por la solidaridad. Lo hace con un calendario cuyos beneficios irán destinados a recursos benéficos de la ciudad, el primero de ellos la recién finalizada campña de Reyes Magos. Su responsable, Antonio Ramírez, reconoce que “lo que queríamos era hacer algo diferente y que de alguna forma el flamenco siga siendo, junto al vino de Jerez, nuestra bandera. Tuvimos la idea el año pasado, pero ha sido este año cuando se ha podido realizar”, explica.

Así las cosas, durante el pasado mes de diciembre, doce bailaoras que habitualmente pasan por el escenario del antiguo tabanco jerezano se han prestado para la ocasión a través de doce fotografías que representan los doce meses del año.

Lorena Caballero (enero), Nerea Domínguez (febrero), Melisa Picón (marzo), Carmen Moncada (abril), Andrea de Tomás (mayo), María Moreno Garrido (junio), Daily Fuguet (julio), Eugenia Jiménez (agosto), Tatiana Ruiz (septiembre), Harumi Hata (octubre), Alejandra Pachón (noviembre) y Marta de Troya (diciembre) son las bailaoras que han participado en este calendario solidario, que se puede adquirir en el propio Tabanco El Pasaje al precio de 5 euros.

Fiel a su filosofía de apostar por los jóvenes, entre las bailaoras encontramos mucha juventud e incluso diferentes nacionalidades, desde la venezolana a la argentina pasando por la japonesa.

Para Daily Fuguet, una de las participantes, el calendario “es una alegría doble, porque de alguna forma nos permite formar parte de un proyecto que va más allá de los artístico y también de paso colaboramos de manera solidaria”.

Para la bailaora venezolana afincada en Jerez, “ha sido una experiencia muy bonita y creo que para cualquier persona que venga de visita a la ciudad puede ser un recuerdo diferente”. En grupos de tres han ido pasando por el establecimiento “donde hemos intentado crear el ambiente más propicio”.

Dentro de los artífices del proyecto encontramos también al fotógrafo jerezano Paco Barroso, encargado de realizar las instantáneas que lo ilustran y que han sido tomadas en el propio tabanco durante el último mes.

Barroso ha pretendido “buscar una especie de recreación de ellas en el tabanco, porque todas bailan aquí, no he querido hacer la típica foto de estudio. Quizás por ello ha resultado difícil, porque no es fácil meterse en situación”.

El jerezano reconoce estar “satisfecho con el resultado, creo que se ha buscado el lado más elegante”, y también de alguna forma “aporto mi grano de arena para un fin solidario”.