Gastronomía

Estrellas Michelín a media luz

  • ‘Lú’ y ‘Mantúa’ sobrellevan la difícil convivencia de la alta cocina y los cierres perimetrales

Juan Luis Fernández e Israel Ramos brindan en la plaza Aladro en una imagen retrospectiva.

Juan Luis Fernández e Israel Ramos brindan en la plaza Aladro en una imagen retrospectiva. / Miguel Ángel González

La pandemia se ha erigido en un torpedo directo a la línea de flotación de los dos restaurantes de Jerez que tienen el orgullo de lucir una estrella Michelín. Se trata de dos restaurantes harto conocidos por los jerezanos, 'Lú Cocina y Alma' y 'Mantúa', distantes apenas unos metros y que afrontan como buenamente pueden los retos que los sucesivos estados de alarma y cierres de todo tipo (perimetrales, provinciales y autonómicos) que se han ido produciendo. Hay que entender que la clientela de este tipo de restaurantes es nacional, e incluso extranjera, por lo que las limitaciones de movilidad se erigen en un revés realmente duro, apenas salvable.

Juan Luis Fernández es el chef de 'Lu Cocina y Alma', el primer establecimiento jerezano que fue galardonado con la prestigiosa estrella gastronómica. En la actualidad mantiene cerrado su restaurante, ubicado en la confluencia de la calle Zaragoza y la plaza Aladro. “En estos momentos estamos centrados en el bar, 'Bina Bar', el restaurante lo abriré para mayo seguramente, aunque todavía no es seguro porque, como todos sabemos, dependemos de multitud de factores relacionados con la pandemia que pueden cambiar de un momento a otro”.

Juan Luis Fernández destaca que en la actualidad “sobre todo lo que vivimos son momentos de incertidumbre, tiempos difíciles”. Destaca el chef Michelín de 'Lú' que “nosotros trabajamos sobre todo con clientes de fuera de la ciudad y el cierre perimetral es una puntilla que se nos clava pues nos paraliza en nuestra actividad. Las visitas se limitan por completo y el flujo de clientes se ve seriamente afectado”.

Atendiendo a las circunstancias 'Lú Cocina y Alma' cerró sus puertas a primeros de año no teniendo más remedio que afrontar un ERTE con su plantilla. “Ahora estamos centrados en 'Bina Bar' porque es un establecimiento dirigido a todos los públicos, donde se come estupendamente y a precios más asequibles lógicamente que los de un restaurante con estrella”.

Juan Luis Fernández considera que “el mantenimiento de la estrella depende de muchas cosas, lógicamente la organización tendrá en cuenta estos tiempos difíciles que todos estamos pasando pero de lo que no me cabe duda es que seguirán igual de exigentes para que los restaurantes galardonados puedan lucir en sus paredes la emblemática estrella”, señaló a este medio.

“A fin de cuentas estamos viviendo unas situaciones indeseables que nos superan a todos. Pero bueno, todo ello llegará el próximo mes de noviembre y lo que esperamos ante todo es tener un buen despegue a lo largo del verano y si es posible mucho antes”.

Por su parte, Israel Ramos, chef con una estrella Michelín del restaurante 'Mantúa', ubicado en la plaza Aladro, destaca que fue el pasado 4 de marzo cuando abrió de nuevo las puertas de su negocio. “Lo hicimos pero sólo de jueves a domingo. En Semana Santa tenemos previsto abrir todos los días en horario de almuerzo y sólo los jueves, viernes y sábados por la noche. Por el momento tan sólo damos almuerzos al mediodía”.

Los restaurantes con estrella Michelín se ven aún más afectados por la hora de cierre. No en vano estamos hablando de servicios que suelen prolongarse durante tres horas para que la experiencia gastronómica que se ofrece sea absolutamente plena. No se trata ni mucho menos de llegar, comer y marcharse.

“El corte de hora -destaca Israel Ramos- nos cogería a mitad del servicio de cenas, hablamos de un menú que dura tres horas, es complicado, pero pese a las circunstancias adversas aquí seguimos con ilusión y ganas, esperando que la situación mejore”

Lo cierto es que la apuesta de 'Mantúa' está dando resultados al equipo de cocina y sala. “Estamos atendiendo a clientes de Jerez y de la provincia, no nos basamos en el público que llega a Jerez desde fuera. Estamos llenando y este fin de semana por ejemplo ya lo está. Con el público de la provincia nos mantenemos”.

Israel Ramos, al igual que todo el sector hostelero, clama porque “la vacunación llegue pronto y cuanto antes a todo el mundo para que los contagios y nos lleguen de nuevo tiempos de libertad de movimientos. La verdad es que tememos enormemente a una cuarta ola porque ésta podría llevárselo todo por delante. Más vale no arriesgar en Semana Santa y confiarlo todo a que el próximo verano, como fue el anterior, sea bueno”.

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