El año en que la Ciudad Europea del Vino paseó el nombre de Jerez por el mundo

La Red de Ciudades Europeas del Vino (Recevin) tenía muy claro desde el principio que Jerez era la candidata perfecta para ostentar la capitalidad europea del vino en 2014, título que concede anualmente esta organización y que en sus dos primeras ediciones, en las que recayó en la localidad portuguesa de Palmela y en la italiana de Marsala, pasó casi desapercibido. La designación de Jerez en noviembre de 2013 no fue casual. El objetivo era aprovechar el nombre y la historia de una de las denominaciones de origen europeas más antiguas para poner en el mapa a la Ciudad Europea del Vino, ganar prestigio y captar la atención de las instituciones europeas y el interés del enoturismo.

En casa, pocos creyeron en las posibilidades que ofrecía el título hasta la proclamación, logro que cabe atribuir fundamentalmente al Ayuntamiento, artífice de la transformación del tímido apoyo inicial bodeguero e institucional en la devoción final que desde el primero hasta el último de los agentes y operadores públicos y privados de los sectores del vino y del turismo han profesado a la capitalidad europea del vino jerezana. No en vano, esta efeméride ha sido el puntal de la promoción y difusión de los caldos con los que Jerez volvió a pasear su nombre por todo el mundo.

Balance provisional

La experiencia, a la vista del Ayuntamiento y el Consejo Regulador, ha sido del todo positiva, y eso que en los preliminares de la elaboración del programa afloraron algunas diferencias, ya que mientras que la institución jerezana del vino era partidaria de volcarse en cuatro grandes actividades -una por trimestre-, el gobierno local, que finalmente impuso su criterio, abogó por extender la celebración de la Ciudad Europea del Vino a todos y cada uno de los eventos y actividades con los que cuenta el extenso calendario festivo de Jerez.

La capitalidad del vino terminó así por abarcarlo todo, desde la Semana Santa, el Mundial de Motos o la Feria hasta el ciclo festivo navideño, pasando por las Fiestas de la Vendimia y cualquier otro acontecimiento de relumbrón guardase o no relación directa con el vino.

A la espera del balance oficial encargado por el Ayuntamiento a la Universidad de Cádiz, y que se presentará en el primer trimestre de 2015, el director general del Consejo Regulador, César Saldaña, subraya el buen resultado de la experiencia y su proyección dentro y fuera de las fronteras españolas. "La Ciudad Europea del Vino ha servido de excusa para comunicar y machacar sobre un argumento de comunicación muy importante para nosotros: El jerez es un vino. Esto tiene mucha relevancia en mercados maduros como Reino Unido, Holanda o Alemania, donde se nos concibe como otra cosa, por lo que nos ha permitido acercarnos al mundo del vino en comunicación".

Y dentro del territorio español, que resiste con un ligero crecimiento en las ventas de vino frente a la caída de las exportaciones, el responsable de la institución jerezana del vino destaca igualmente la aportación de la efeméride, "razón más que suficiente para que en Jerez, el ciudadano de a pie, se sienta más orgulloso de nuestros vinos, y se haya recuperado el propio mercado local.

Según los datos recabados por el Ayuntamiento hasta octubre, la celebración de la Ciudad Europea del Vino ha sido un filón para Jerez y el jerez.

En el ámbito del turismo, el gobierno local destaca que hasta octubre se atendieron en la Oficina de Turismo a 80.565 visitantes, casi un 7% más que el año pasado por las mismas fechas, mientras que los atractivos turísticos registraron un aumento de más del 8%, hasta rozar 1,2 millones de visitantes.

Algo más moderado es el aumento de visitas a bodegas, que repunta un 2,6% con cerca de 300.000 visitantes, mientras que la ocupación hotelera, siempre según los datos municipales, se incrementó hasta octubre un 5%.

A juicio de Saldaña, el entusiasmo del Ayuntamiento, el Consejo y las bodegas ha terminado por contagiar a otras instituciones ajenas al mundo vinatero y que han contribuido decisivamente a otro de los "hitos importantes" en los que viene trabajando el Consejo desde hace algún tiempo, que no es otro "que el jerez tenga más presencia en Jerez".

La Ciudad Europea del Vino, en este sentido, "refuerza el trabajo que se venía haciendo y que cobró impulso con la proyección del enoturismo y los tabancos", experiencias que hace años que funcionan bien y "a las que la capitalidad del vino ha servido de revulsivo", explica Saldaña.

Impacto mediático

El año de la Ciudad Europea del Vino deja más de un centenar de actividades en Jerez y más de medio centenar de acciones promocionales del destino. Los eventos en torno al vino copan más de la mitad de la programación especial de la efeméride, dentro de la que también destacan las actividades culturales y de ocio, que rondan el medio centenar.

El jerez ha hecho mucho ruido y esto se traduce en un fuerte impacto mediático, que según un estudio de la consultora Castro Galiana ha permitido a la Denominación de Origen del jerez como saltar desde la quinta a la segunda con mayor repercusión en los medios, con más de 7.000 noticias publicadas en 40 revistas y 96 periódicos.

Los vinos de Jerez han triplicado su presencia en los medios hasta alcanza el 10% del total del sector vitícola, a cinco puntos sólo de Rioja, que ocupa la primera posición, y con medio millón de lectores mensuales. Además, el spot promocional de la capitalidad europea del vino ha superado las 85.000 reproducciones en todo el mundo.

La Gala abrió la celebración

La comisión organizadora, integrada por representantes del sector turístico y hostelero junto a responsables de las instituciones públicas y del vino, dispuso de poco tiempo desde la designación de Jerez en noviembre para diseñar el calendario de actividades, que se abrió a finales de febrero con la celebración de la Gala oficial de la Ciudad Europea del Vino en la que se dio la bienvenida a los miembros de la Red Europea de Ciudades del Vino, que participaron junto a los jerezanos en un 'Brindis por Jerez' multitudinario y digno del récord Guinness.

La Gala, en la que se hizo entrega a Jerez de la bandera de Recevin que simboliza a la Ciudad Europea del Vino, coincidió con el I Foro Empresarial Iberoamericano del Vino, celebrado en los Museos de la Atalaya con la presencia de destacadas personalidades del mundo del vino de uno y otro lado del charco, encuentro que enlazó con el inicio de otro gran evento de proyección internacional, como es el Festival de Jerez.

Como en otras muchas actividades del programa oficial y del paralelo, la ciudad se volcó en la conmemoración abriendo las puertas de sus atractivos turísticos y bodegas, a las que se sumaron otras muchas iniciativas con el jerez como principal protagonista.

La vuelta de Vinoble

La recuperación de Vinoble, que volvía tras cuatro años de ausencia a su inigualable emplazamiento del conjunto del Alcázar, es la mejor noticia de cuantas ha generado la Ciudad Europea del Vino en los últimos doce meses.

Para el director del Consejo Regulador, con la conmemoración "no había excusa, y la Ciudad Europea del Vino se convirtió en la gran baza para el retorno de Vinoble tras la cancelación de su anterior edición" -la de 2012-. Cuatro años de ausencia era demasiado tiempo, y Vinoble lo notó fundamentalmente en la ausencia de grandes nombres internacionales del mundo de los vinos generosos, licorosos y dulces especiales que ampara este salón, pero el expediente se cubrió con suficiencia para garantizar el futuro del evento.

Poco antes del esperado regreso del Salón de los Vinos Nobles, Jerez dedicó su Feria del Caballo a la Red de Ciudades Europeas del Vino, que celebró en la ciudad su asamblea que sirvió de trampolín para el inicio de la elección de la sucesora de la capitalidad europea del vino. El proceso se cerró el pasado mes de noviembre con el anuncio, en el Salón Noble del Ayuntamiento jerazano, de la proclamación de Reguengos de Monsaraz, en El Alentejo portugués.

Entre las convocatorias que más contribuyeron a pasear la marca Jerez por el mundo, el 'International Sherry Week', de proyección mundial, se sumó a la fiesta de la capitalidad europea del vino con más de 600 eventos en 35 países organizados durante la primera semana de junio. La cita en torno al vino de Jerez lograba duplicar así la cifra de eventos alcanzada el año anterior y cuyo éxito invitó a los promotores a extender a una semana la celebración de esta singular iniciativa, ya consolidada con sólo dos años de existencia.

La fiesta del sherry

A la vuelta de las vacaciones de Verano, las Fiestas de la Vendimia concentraron multitud de actividades con el vino como principal referente, sobre todo en las catas magistrales, fórmula que gana adeptos también a través de las actividades promocionales que desarrolla el Consejo Regulador en España y el resto de sus principales mercados de destino.

Las catas y maridajes se han convertido en el principal instrumento de divulgación de la versatilidad de Jerez en las principales acciones de promoción que organiza el Consejo, entre ellas los 'Sherryfest' que recorren Estados Unidos de costa a costa sin dejar a nadie indiferente y los 'great tasting' como el celebrado en Londres, el más multitudinario hasta la fecha. A imagen y semejanza del 'Sherryfest', el Consejo se volcó este año en la celebración en Madrid de un Sherry Festival que desbordó a la organización y deslumbró a los profesionales y periodistas del mundo del vino.

El programa del Consejo Regulador se reforzó con la organización de numerosas actividades culturales y educativas, por las que la institución jerezana del vino seguirá apostando en el futuro para reforzar el concepto del jerez como elemento de identidad al margen de sus posibilidades de consumo.

La celebración de la Ciudad Europea del Vino deja un poso en un momento en el que el jerez ve nuevamente las puertas abiertas tras largos años de crisis. Y aunque las ventas, sobre todo las exportaciones, aún no reflejan la ansiada recuperación de los caldos jerezanos, los precios sí dan muestras del resurgir de unos vinos sin los que no se entendería la historia de la enología mundial y que siguen despertando entusiasmo entre los profesionales de un sector tan en boga como el de la gastronomía.