Todo empezó ayudando a unas decenas de personas mayores a los mandao diarios: comida, farmacia, butano... Pero en cuestión de días los costaleros de la cuadrilla de la Virgen de los Dolores transformó esta cadena en una red solidaria que alimenta a 400 personas a diario en Jerez. La pandemia del coronavirus truncó el deseo de vivir una Semana Santa en la calle, pero no así el espíritu de estos hermanos de Las Tres Caídas, que llevan sobre sus hombros mucho más que alimentos en esta crisis: “No sólo repartimos comida, sino que llevamos un mensaje de compañía, de ilusión, de esperanza”.

Tomás Sampalo declara que “nuestros ensayos siempre van acompañados de alguna acción asociada a la caridad. Cuando la Cuaresma se nos queda como se queda, y ante el confinamiento, un grupo de voluntarios nos ofrecimos a hacer los recados a las personas mayores para que no salieran”. Pero comenzaron a llamarle no sólo pidiendo que les llevaran la compra, “sino la comida, no tenían recursos para ir a comprar. Hablamos con Cáritas ante esta situación y nos pusimos en sus manos”, relata Sampalo.

La semilla inicial comenzó con ‘Costaleros por nuestros mayores’, pero la necesidad ha obligado al grupo a diversificar la ayuda, naciendo también ‘Cocineros por nuestros mayores’. “Profesionales de la ciudad se ofrecieron a cocinar en sus cocinas porque teníamos gente que no tiene dónde cocinar. Montamos un grupo de trabajo con casi 30 chefs de nuestra ciudad, nosotros le llevamos la materia prima a sus casas, ellos cocinan y después la comida la llevamos a las familias que Cáritas nos dice”, declara Sampalo.

Pero no se quedaron aquí. La crisis azota con fuerza Jerez y pidieron permiso para abrir la cocina autogestionada de la Hermandad de la Yedra: nació ‘Cocineros de La Esperanza’. “Agradecemos la colaboración de la Policía Local y la Nacional para facilitarnos la circulación por la ciudad. Y estamos supervisados por tres médicos. Cada mañana y cada tarde, antes de echarnos a la calle, nos tomamos la temperatura y la dejamos registrada. Somos conscientes de que estamos expuestos y no podemos permitir que por querer hacer un bien, al final generemos un problema. Así que el control es muy escrupuloso”, puntualiza Sampalo.

En estos momentos gracias a todos los grupos de trabajo, así como a las importantes donaciones que reciben, son capaces de entregar 140 menús completos y 79 compras a diario, beneficiando a unas 400 personas cada día.

¿Creen que pararon aquí? No. “Junto a Acoje hacemos y repartimos mascarillas, fabricamos también mascarillas 3D para personal de primera línea (sanitarios) y gracias a una enóloga, una química y un médico fabricamos nuestro propio hidrogel que repartimos por la ciudad”, detalla Sampalo, añadiendo que Maestro Sierra cedió el instrumental y que habrán regalado ya unos 2.000 litros de este líquido.

230 voluntarios de forma directa –sin contar las costureras que nos ayudan desde sus casas–, 18 grupos de WhatsApp operativos para todos los frentes solidarios... El creador de esta red subraya que “es una pasada y hay que subrayar que todo lo hacemos bajo el paraguas de Cáritas. Empresarios, hermandades, asociaciones, grupos de amigos de casetas de Feria... Hay un volumen de donaciones a diario increíble. Después de un mes tenemos amistad con muchos de nuestros mayores y entre todos queremos lanzar un mensaje de unidad: saldremos de esto juntos”.