Hurtos y timos son los delitos que más temen los vendedores del cupón de la ONCE, aunque en Jerez, este colectivo no figura entre los más castigados por los delincuentes. Pero los 'cuponeros', como popularmente se les conoce, están expuestos a estos peligros por las características de su trabajo, motivo por el que la Policía ha aumentado su colaboración con la ONCE para extender a sus vendedores más veteranos la formación que ya impartía a los nuevos 'cuponeros' antes de salir a la calle.

La prevención es la base del curso impartido ayer por funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía a los veteranos del cupón de Jerez, a los que se forma para evitar timos tradicionales y más extendidos de lo que se pueda pensar como el del 'tocomocho' o la 'estampita', distintos tipos de robos con o sin intimidación, al tiempo que se les instruye para detectar otros fraudes como el de billetes falsos, el cambio mágico...

Según los agentes del CNP, los hurtos al descuido es el principal problema al que se enfrenta el colectivo y lo más habitual en las grandes ciudades, pero menos frecuente en Jerez, es el robo con intimidación. La Policía invita a los 'cuponeros' denunciar siempre los hurtos en los que el delincuente intimida a su víctima con un arma, para lo que recomienda mantener siempre la calma y facilitar una descripción del delincuente, no tanto del vestuario como de sus características físicas -estatura, color del pelo, marcas en la piel...-, ya que el 95% de los casos se esclarecen.

Suele ser habitual entre los delincuentes "fichar" al vendedor, hacerle un seguimiento para conocer el recorrido que realiza o los días y horas a las que realiza los ingresos en el banco, motivo por el que los agentes aconsejan cambiar la rutina y no llevar grandes cantidades de dinero encima.

Tan importante es denunciar a la Policía como no alardear de las ventas que se realizan, sobre todo si las mismas reportan una importante cantidad de dinero, principal foco de atención de los delincuentes.

También es importante relacionarse con otros comerciantes de la zona, pues proliferan los delitos de carteristas y otros amigos de lo ajeno que recurren a todo tipo de artimañas para acercarse a sus víctimas y propiciar el contacto con las mismas sin levantar sospechas, por lo que se recomienda huir de personas que adoptan una actitud cariñosa, por ejemplo, los que piden un abrazo después de pedir una firma para apoyar una reivindicación de una asociación.

La lista de delitos es interminable -billetes marcados que entrega un primer delincuente para luego reclamarlo otro, reclamar que se ha dado mal el cambio después de esconder parte del dinero o de tratar de engañar diciendo que pagó con una moneda mayor..., por lo que es importante estar siempre alerta.